Un «gol en propia puerta» cósmico proporciona una prueba más en la caza de la materia oscura
26/6/2014 de Durham University
Imagen artística que muestra estrellas y materia oscura en el Grupo Local de galaxias, en el que se encuentran la Vía Láctea y Andrómeda. Crédito: Durham University
La caza de la materia oscura ha dado un nuevo paso adelante gracias a nuevas simulaciones con una supercomputadora que muestran la evolución de nuestro «Universo local» desde el Big Bang a hoy en día.
Los físicos de la Universidad de Durham, que dirigen esta investigación, afirman que sus simulaciones pueden mejorar nuestra comprensión de la materia oscura, una sustancia misteriosa que se piensa que constituye el 85 por ciento de la masa del Universo.
Los científicos piensan que las acumulaciones (o halos) de materia oscura que emergieron en el Universo primitivo, atraparon gas intergaláctico y se convirtieron en el lugar de nacimiento de las galaxias. La teoría cósmica predice que nuestra propia vecindad cósmica deber de estar rebosante con millones de halos pequeños, pero sólo unas pocas docenas de pequeñas galaxias han sido observadas alrededor de la Vía Láctea. El profesor Carlos Frenk comenta: «Sabemos que no puede haber una galaxia en cada halo. La cuestión es: ¿por qué no?».
Los investigadores de Durham piensan que sus simulaciones responden a esta pregunta, mostrando explícitamente cómo y por qué millones de halos alrededor de nuestra galaxia y de la vecina galaxia de Andrómeda no consiguieron producir galaxias y se convirtieron en mundos estériles. Afirman que el gas que habría construido la galaxia fue esterilizado por el calor de las primeras estrellas que se formaron en el Universo, impidiéndole enfriarse y que se convirtiera en estrellas.
El Dr. Till Sawala, director del estudio, comenta: «Lo que hemos visto en nuestras simulaciones es un «gol en propia puerta» cósmico. Ya sabíamos que las primeras generaciones de estrellas emitieron radiación intensa, calentando el gas intergaláctico a temperaturas más altas que la superficie del Sol. Después de eso, el gas está tan caliente que continuar con la formación de estrellas se hace muy difícil, haciendo que los halos queden con pocas probabilidades de formar galaxias».