Un lejano asteroide se revela como un complejo minimundo geológico
3/3/2014 de SETI Institute
Después de 8 años de observaciones, científicos del instituto SETI han encontrado que el mayor satélite troyano (624) Hektor – el único que se sabe que posee una luna – tiene una órbita exótica. La formación de este sistema compuesto por un cuerpo primario y una pequeña luna, es todavía un misterio, pero los investigadores encontraron que el asteroide podría ser un producto capturado del cinturón de Kuiper por el reposicionamiento de los planetas gigantes en nuestro sistema solar.
Este estudio, basado en datos del observatorio W. M. Keck y observaciones fotométricas de telescopios de todo el mundo, sugiere que el asteroide y su luna son producto de la colisión entre dos asteroides helados. Este trabajo arroja luz sobre la compleja juventud de nuestro sistema solar, cuando los materiales que formaron el núcleo de los planetas gigantes y sus satélites fueron expulsados por los alrededores o capturados durante las migraciones de los planetas gigantes.
«La órbita de la luna es elíptica e inclinada respecto del giro de Hektor, muy diferente de otros asteroides con satélites observados en el cinturón principal», comenta Matija Cuk, del Instituto SETI. «Sin embargo, realizamos simulaciones por computadora, que incluyen a Hektor como un asteroide con forma de pelota de fútbol americano girando y en órbita alrededor del Sol, y hemos descubierto que la órbita de la luna es estable por miles de millones de años».
Desde el principio de la década de los 70 se ha sabido que Hektor gira sobre sí mismo rápidamente (en menos de 7 horas) y es extremadamente alargado. «Construimos diferentes modelos a partir de los datos fotométricos, pero el que mejor se ajusta es el de un asteroide formado por dos lóbulos, pues las mejores observaciones con óptica adpatativa sugieren que el asteroide troyano posee una estructura dual», afirma Josef Durech, coautor e investigador de la Charles University de Praga.
«También demostramos que Hektor podría estar hecho de una mezcla de hielos y roca, similar a la composición de los objetos del Cinturón de Kuiper Tritón y Plutón. Cómo llegó Hektor a convertirse en un asteroide troyano, situado a sólo 5 veces la distancia entre la Tierra y el Sol, está probablemente relacionado con la reorganización a gran escala que se produjo cuando los planetas gigantes todavía estaban migrando», añade Julie Castillo-Rogez, investigadora del Jet Propulsion Laboratory, California Institute of Technology.