Un descubrimiento que casi duplica el número de cuásares conocidos en el Universo antiguo
13/9/2016 de Carnegie / The Astrophysical Journal Supplement Series
Ilustración de artista de un cuásar muy lejano, cortesía de ESO/M. Kornmesser.
Los cuásares son agujeros negros supermasivos que se encuentran en el centro de galaxias enormes, acretando materia. Brillan muy intensamente y son de los objetos más lejanos que podemos estudiar en la actualidad. En un nuevo trabajo dirigido por Eduardo Bañados de Carnegie se ha descubierto 63 cuásares nuevos de cuando el Universo tenía solo mil millones de años de edad (actualmente tiene unos 14 mil millones de años). Se trata de la muestra más grande de estos cuásares lejanos que ha sido presentada en un sólo artículo científico, y casi duplica el número de cuásares antiguos conocidos.
“Los cuásares son de los objetos más brillantes y literalmente iluminan nuestro conocimiento del Universo temprano”, comenta Bañados. Pero hasta ahora la población de cuásares antiguos conocidos era limitada. Uno de los retos principales es encontrar estos cuásares lejanos, que son extremadamente raros. Los científicos los han buscado durante décadas, pero el esfuerzo es comparable a buscar una aguja en un pajar.
Los cuásares descubiertos por Bañados y su equipo proporcionarán una información valiosa sobre los primeros miles de millones de años tras el Big Bang, un periodo de gran interés para los astrónomos.
El Universo fue creado en el Big Bang y la materia caliente se expandió por doquier. Pero luego se enfrió lo suficiente para que se formaran los primeros protones y electrones y se unieran en átomos de hidrógeno, lo que produjo un universo oscuro durante mucho tiempo. No fue hasta cuando estos núcleos atómicos formaron estructuras mayores que la luz fue capaz de brillar de nuevo en el Universo. esto ocurrió cuando la gravedad condensó la materia y acabó formando las primeras fuentes de iluminación, que podrían haber incluido a los cuásares.