Un agujero negro se atraganta al engullir una estrella
27/1/2015 de McDonald Observatory
Cuando una estrella se encuentra un agujero negro, las fuerzas de marea estiran la estrella que se convierte en un objeto alargado antes de romperse, tal como se ve en estas imágenes de una simulación por computadora de James Guillochon de la Universidad de Harvard.
Un análisis de cinco años de un suceso captado por un diminuto telescopio en el Observatorio MacDonald, y seguido por telescopios en tierra y el espacio, ha conducido a los astrónomos a pensar que han sido testigos de la destrucción de una estrella por un agujero negro.
El 21 de enero de 2009, el telescopio ROTSE IIIb de MacDonald pilló el destello de un evento extremadamente brillante. Con una magnitud de -22.5, este fenómeno fue tan brillante como las «supernovas superluminosas» (una nueva categoría de las explosiones más brillantes de estrellas que se conocen) que el equipo de ROTSE en McDonald descubrió hace unos pocos años. Los investigadores llamaron al evento «Dougie», por uno de los protagonistas de la serie South Park.
Los científicos pensaron que se trataba de una supernova y buscaron su galaxia nodriza. En la posición de Dougie encontraron una débil galaxia roja en mapas del Sloan Digital Sky Survey. Observaciones de la galaxia con uno de los telescopios gigantes Keck de Hawái permitieron medir la distancia a la galaxia, tres mil millones de años-luz.
Varias observaciones posteriores en el ultravioleta con el telescopio en órbita Swift, y espectros obtenidos con el telescopio de 9.2 m Hobby-Eberly de McDonald, junto con modelos por computadora condujeron a los investigadores a concluir que probablemente se trató de un agujero negro supermasivo engullendo una estrella.
Aunque los astrónomos han observado agujeros negros tragando estrellas antes – aunque menos de una docena de veces – este caso es especial: no disminuye su luz con facilidad. Modelos desarrollados por James Guillochon de Harvard y Enrico Ramirez-Ruiz de University of California, Santa Cruz, demuestran que la materia estelar destruida por el agujero negro está generando tanta radiación que la empuja en dirección contraria, evitando que caiga al interior del agujero. El agujero negro, pues, se está atragantando con tanta materia que pretende entrar rápidamente.