Septiembre 2016
Las primeras estrellas se formaron incluso más tarde de lo que se pensaba
12/9/2016 de ESA / Astronomy and Astrophysics
El satélite Planck de ESA ha desvelado que las primeras estrellas de l Universo se empezaron a formar más tarde de lo que indicaban observaciones anteriores del fondo cósmico de microondas. Este análisis nuevo también demuestra que estas estrellas fueron las únicas fuentes necesarias para explicar la reionización de los átomos en el cosmos, habiendo completado la mitad de este proceso cuando el Universo había alcanzado la edad de 700 millones de años.
Con la multitud de estrellas y galaxias que puebla el Universo presente, es difícil imaginar lo diferente que era el cosmos hace 13800 millones de años, cuando sólo tenía unos pocos segundos de edad. En esa fase inicial, era una sopa primordial, caliente y densa, de partículas, principalmente electrones, protones, neutrinos y fotones. En este ambiente tan denso el Universo era como una niebla ‘opaca’ puesto que las partículas de luz (fotones) no podían viajar a distancias significativas antes de chocar contra electrones.
A medida que el Universo se expandía, fue enfriándose y su densidad disminuyó, de modo que al cabo de 380 000 años se hizo ‘transparente’. En esa época, los choques entre partículas era extremadamente esporádicos y los fotones podían viajar libremente por el cosmos.
Actualmente, telescopios como Planck de la ESA pueden observar el fondo cósmico de microondas, que es la luz emitida cuando los electrones y los protones se juntaron para formar átomos de hidrógeno. Después de esto, pasaron unos pocos cientos de millones de años antes de que estos átomos pudieran agruparse y dar lugar a la primera generación de estrellas del Universo, que llenaron sus alrededores con luz que rompió los átomos neutros de nuevo en sus componentes iniciales, electrones y protones. Los científicos se refieren a esto como la época de la reionización.
El nuevo estudio concluye que la reionización fue un proceso muy rápido, que empezó bastante tarde en la historia cósmica y fue provocado por las primeras estrellas únicamente. Estas estrellas se habrían formado mucho más tarde de lo que se pensaba en la línea temporal cósmica, lo que sugiere que la primera generación de galaxias podría ser observada con los instrumentos astronómicos futuros, e incluso con algunos de los actuales.
Un estudio de carbono en la Tierra sugiere un violento choque planetario
12/9/2016 de Rice University / Nature Geoscience
Esquema de la fusión entre la prototierra y un planeta embrionario como Mercurio, un escenario demostrado por experimentos nuevos a temperaturas y presiones altas realizados en la Universidad de Rice. Cortesía de Rajdeep Dasgupta.
Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Rice sugiere que virtualmente todo el carbono relacionado con la vida de la Tierra podría proceder de una colisión que se produjo hace 4400 millones de años entre la Tierra y un planeta embrionario similar a Mercurio.
El petrólogo Rajdeep Dasgupta y sus colaboradores explican así cómo fue posible el desarrollo de vida en la Tierra basada en el carbono cuando éste debería de haberse evaporado o ser atrapado en el núcleo de la Tierra al principio de su historia.
“El reto es explicar el origen de los elementos volátiles como el carbono que permanecen fuera del núcleo, en el manto de nuestro planeta”, comenta Dasgupta.
Basándose en sus experimentos en laboratorio, los investigadores concluyen que un planeta embrionario como Mercurio, que ya hubiera formado un núcleo rico en silicio y un manto rico en carbono, chocó con la Tierra y fue absorbido por ella. Al tratarse de un cuerpo masivo podría haber ocurrido que el núcleo de dicho planeta se hubiera dirigido directamente al núcleo del nuestro, y que el manto rico en carbono se hubiese mezclado con el manto de la Tierra.
Se descubre un planeta en la zona habitable que rodea a la estrella más cercana
12/9/2016 de ESO / Nature
Esta ilustración nos muestra la superficie del planeta Próxima b orbitando a la estrella enana roja Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sistema Solar. La estrella doble Alfa Centauri AB también aparece en la imagen, en la parte superior y a la derecha de Próxima. Próxima b es un poco más masivo que la Tierra y orbita en la zona habitable que rodea a Próxima Centauri, donde la temperatura permitiría la existencia de agua líquida en su superficie. Crédito: ESO/M. Kornmesser
Utilizando telescopios de ESO y otras instalaciones, un equipo de astrónomos ha encontrado claras evidencias de la presencia de un planeta orbitando la estrella más cercana a la Tierra, Próxima Centauri. Este mundo, tan intensamente buscado y bautizado como Próxima b, orbita a su fría y roja estrella anfitriona cada 11 días y tiene una temperatura que permitiría la existencia de agua líquida en su superficie. Este mundo rocoso es un poco más masivo que la Tierra y es el exoplaneta más cercano a nosotros —y también puede ser el planeta más cercano que pueda albergar vida fuera del Sistema Solar. Un artículo que describe el hallazgo de este hito se publicará en la revista Nature el 25 de agosto de 2016.
A poco más de cuatro años luz del Sistema Solar, se encuentra una estrella enana roja que ha sido nombrada Próxima Centauri, dado que es la estrella más cercana a la Tierra aparte del Sol. Esta estrella fría de la constelación de Centaurus es demasiado débil para poder ser detectada a simple vista y se encuentra cerca de un par de estrellas, mucho más brillantes, conocidas como Alfa Centauri AB.
Durante el primer semestre de 2016, Próxima Centauri fue observada con regularidad con el espectrógrafo HARPS, instalado en el Telescopio de 3,6 metros ESO en La Silla (Chile) y monitorizada simultáneamente con otros telescopios de todo el mundo. Esto formó parte de la campaña Pale Red Dot (Punto rojo pálido), en la que un equipo de astrónomos, dirigido por Guillem Anglada-Escudé (de la Universidad Queen Mary de Londres), buscaba el pequeño bamboleo que, por la fuerza de la gravedad, provocaría en la estrella la existencia de un planeta en órbita.
Al combinar los datos de Pale Red Dot con observaciones anteriores llevadas a cabo en observatorios de ESO y en otros lugares, se ha obtenido claramente un resultado verdaderamente emocionante. A veces, Próxima Centauri se aproxima a la Tierra a unos 5 kilómetros por hora –el ritmo de una marcha humana normal- y, a veces, retrocede a la misma velocidad. Este patrón regular de cambio de velocidades radiales se repite con un período de 11,2 días. Un análisis cuidadoso de los minúsculos cambios en el efecto Doppler indicó la presencia de un planeta con una masa al menos 1,3 veces mayor que la de la Tierra, orbitando a unos 7 millones de kilómetros de Próxima Centauri -sólo el 5% de la distancia Sol-Tierra.
Encontrada la sonda Philae
12/9/2016 de ESA
Encontrada la sonda Philae en el interior de una grieta del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Crédito: imagen principal y ampliación de la sonda de ESA/Rosetta/MPS por el equipo de OSIRIS MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA; contexto de ESA/Rosetta/NavCam – CC BY-SA IGO 3.0
A menos de un mes del final de la misión, la cámara de alta resolución de Rosetta ha mostrado la sonda de aterrizaje Philae encajada dentro de una fisura profunda en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.
Las imágenes fueron tomadas el 2 de septiembre con la cámara de campo estrecho OSIRIS, cuando el orbitador se colocó a menos de 2.7 km de la superficie, mostrando claramente el cuerpo de la sonda junto con dos de sus tres patas. Las imágenes también demuestran claramente que la orientación de la sonda explica las dificultades en establecer comunicación con ella tras su aterrizaje el 12 de noviembre de 2014.
Philae fue vista por última vez cuando aterrizó en Agilkia, rebotó y voló durante otras dos horas antes de acabar en un lugar más tarde llamada Abydos, en el lóbulo más pequeño del cometa. Tres días después, la batería primaria de Philae se agotó y la sonda entró en hibernación, sólo para despertar más adelante y comunicarse brevemente con Rosetta en junio y julio de 2015, cuando el cometa se acercó más al sol y disponía de más energía.
Un descubrimiento que casi duplica el número de cuásares conocidos en el Universo antiguo
13/9/2016 de Carnegie / The Astrophysical Journal Supplement Series
Ilustración de artista de un cuásar muy lejano, cortesía de ESO/M. Kornmesser.
Los cuásares son agujeros negros supermasivos que se encuentran en el centro de galaxias enormes, acretando materia. Brillan muy intensamente y son de los objetos más lejanos que podemos estudiar en la actualidad. En un nuevo trabajo dirigido por Eduardo Bañados de Carnegie se ha descubierto 63 cuásares nuevos de cuando el Universo tenía solo mil millones de años de edad (actualmente tiene unos 14 mil millones de años). Se trata de la muestra más grande de estos cuásares lejanos que ha sido presentada en un sólo artículo científico, y casi duplica el número de cuásares antiguos conocidos.
“Los cuásares son de los objetos más brillantes y literalmente iluminan nuestro conocimiento del Universo temprano”, comenta Bañados. Pero hasta ahora la población de cuásares antiguos conocidos era limitada. Uno de los retos principales es encontrar estos cuásares lejanos, que son extremadamente raros. Los científicos los han buscado durante décadas, pero el esfuerzo es comparable a buscar una aguja en un pajar.
Los cuásares descubiertos por Bañados y su equipo proporcionarán una información valiosa sobre los primeros miles de millones de años tras el Big Bang, un periodo de gran interés para los astrónomos.
El Universo fue creado en el Big Bang y la materia caliente se expandió por doquier. Pero luego se enfrió lo suficiente para que se formaran los primeros protones y electrones y se unieran en átomos de hidrógeno, lo que produjo un universo oscuro durante mucho tiempo. No fue hasta cuando estos núcleos atómicos formaron estructuras mayores que la luz fue capaz de brillar de nuevo en el Universo. esto ocurrió cuando la gravedad condensó la materia y acabó formando las primeras fuentes de iluminación, que podrían haber incluido a los cuásares.
La química indica que la Luna es el manto de la prototierra relocalizado
13/9/2016 de Washington University in St. Louis / Nature
Choque planetario: una ilustración artística del impacto gigante que creó la Luna de la Tierra. Una nueva investigación sugiere que el impacto fue incluso más violento de lo que sugiere esta imagen. Ilustración: Dana Berry/SwRI.
Las diminutas diferencias en la separación de distintos isótopos de potasio entre la Luna y la Tierra han permanecido escondidas bajo los límites de detección de las técnicas analíticas hasta hace poco. Pero en 2015, el geoquímico Kun Wang de la Universidad de Washington, y Stein Jacobsen, de la Universidad de Harvard, desarrollaron una técnica para analizar estos isótopos que puede alcanzar una precisión 10 veces mejor que el mejor método anterior.
Wang y Jacobsen informan ahora acerca de diferencias isotópicas entre rocas lunares y terrestres que proporcionan la primera prueba experimental que puede distinguir entre dos modelos dominantes del origen de la Luna. En un modelo, un impacto de baja energía deja a la prototierra y la Luna rodeadas de una atmósfera de silicatos; en el otro, un impacto mucho más violento vaporiza el proyectil y la mayor parte de la prototierra, expandiéndose para formar un enorme disco superfluido en el que la Luna acabará cristalizando.
El estudio isotópico, que apoya el modelo de alta energía apoya la tesis de que el impacto realmente vaporizó casi toda la Tierra.
Wang y Jacobsen examinaron varias muestras de rocas lunares y compararon las proporciones entre los isótopos de potasio con ocho rocas terrestres representativas del manto de la Tierra. Descubrieron que las rocas lunares estaban enriquecidas en 0.4 partes por mil en el isótopo más pesado del potasio, el potasio-41. El único proceso que podría separar los isótopos del potasio de este modo es una condensación incompleta de potasio en forma de vapor durante la formación de la luna. Esto contradice el modelo de la atmósfera de silicatos, que predice que las rocas lunares contendrán menos cantidad del isótopo pesado que las terrestres, lo contrario de lo que han encontrado ls científicos.
Ríos fosilizados sugieren un Marte antiguo templado y húmedo
13/9/2016 de University College London / Geology
Imagen en perspectiva de Aram Dorsum, un canal invertido de Marte y candidato a lugar de aterrizaje del róver ExoMars. Crédito: NASA/JPL/MSSS.
Extensos sistemas de lechos fluviales fosilizados han sido descubiertos en una antigua región de la superficie marciana, a poyando la idea de que el ahora seco y frío Planeta Rojo tuvo un clima templado y húmedo hace unos 4 mil millones de años, según una investigación dirigida por UCL.
El estudio ha identificado más de 17 000 km de antiguos canales fluviales en una llanura del hemisferio norte llamada Arabia Terra, aportando más pruebas de que en el pasado fluía agua por Marte.
Los modelos climáticos del Marte primitivo predicen lluvias en Arabia Terra y hasta ahora había pocas pruebas geológicas en la superficie que apoyaran esta teoría. Esto condujo a que algunos pensaran que Marte nunca fue templado y húmedo sino que estaba congelado en su mayor parte, cubierto por capas de hielo y glaciares. Ahora hemos encontrado pruebas de extensos sistemas fluviales en el área, lo que apoya la idea de que Marte era cálido y húmedo, proporcionando un ambiente favorable para la vida mejor que el de un planeta frío y seco”, explica el autor principal, Joel Davis.
El estudio nuevo ha examinado imágenes tomadas por la nave Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de NASA que cubren un área de aproximadamente el tamaño de Brasil con una resolución mucho mayor de lo que era posible anteriormente, de seis metros por píxel en comparación con 100 metros por píxel. Aunque han sido identificados algunos valles, los científicos han revelado la existencia de muchos sistemas de lechos fluviales fosilizados que son visible en forma de canales invertidos esparcidos por la llanura de Arabia Terra. Los canales invertidos están hechos de arena y grava depositadas por un río y cuando el río se seca, los canales permanecen sobresaliendo por encima del material erosionado que queda a su alrededor.
Identifican una joven estrella muy pesada en la Vía Láctea
13/9/2016 de University of Cambridge / Monthly Notices of the Royal Astronomical Society
Ilustración de artista del disco y la emisión de material alrededor de una estrella joven masiva. Crédito: A. Smith, Institute of Astronomy, Cambridge.
Un equipo de astrónomos ha identificado una joven estrella situada a casi 11 000 años luz de distancia que podría ayudarnos a comprender cómo se forman las estrellas más masivas del Universo. Esta estrella joven, que ya supera en más de 30 veces la masa de nuestro Sol, todavía se halla en el proceso de reunir material de su nube molecular progenitora y podría incluso ser más masiva cuando al final alcance la edad adulta.
Los investigadores, dirigidos por un equipo de la Universidad de Cambridge, han identificado una fase clave en el nacimiento de una estrella muy masiva, descubriendo que estas estrellas se forman de un modo muy parecido al de estrellas mucho más pequeñas como nuestro Sol, a partir de un disco en rotación de gas y de polvo.
La protoestrella que el Dr. John Ilee y sus colaboradores han identificado reside en una nube oscura en el infrarrojo: una región muy fría y densa del espacio, lo que la convierte en un vivero ideal de estrellas. Sin embargo, esta rica región de formación de estrellas es difícil de observar utilizando telescopios convencionales ya que los jóvenes estrellas están rodeadas por una gruesa nube opaca de gas y de polvo. Pero utilizando los radiotelescopios Submillimeter Array (SMA) en Hawái y el Karl G Jansky Very Large Array (VLA) en Nuevo México, los cuales emplean longitudes de onda relativamente largas para observar el cielo, los investigadores fueron capaces de “ver” a través de la nube el propio vivero estelar.
midiendo la cantidad de radiación emitida por el polvo frío cercano a la estrella, y utilizando las señales únicas de diferentes moléculas del gas, los investigadores pudieron determinar la presencia de un disco “kepleriano”, uno que gira más rápidamente en el centro que en los bordes.
Ceres: el diminuto mundo en el que los volcanes escupen hielo
14/9/2016 de Arizona State University / Science
El domo volcánico Ahuna Mons se eleva por encima de un cráter de impacto en primer plano, tal como ha sido observado por la nave espacial Dawn de NASA sin exageración vertical. Las erupciones de agua salada y fangosa construyeron esta montaña a través de erupciones repetidas, flujos y congelación. Su falda está marcada por surcos creados por rocas y escombros al caer; la vista desde arriba muestra fracturas en su cima. Foto cortesía del Equipo Científico de Dawn y de NASA/JPL-Caltech/GSFC.
Ahuna Mons es un volcán que se eleva a 4000 metros y una extensión en su base de 18 kilómetros. Sería un volcán impresionante en la Tierra. Pero Ahuna Mons se encuentra en Ceres, un planeta enano de menos de 970 kilómetros de diámetro que está en órbita alrededor del Sol entre Marte y Júpiter. Aún más, Ahuna Mons no está construido de lava como los volcanes terrestres, sino que es de hielo.
David A. Williams (Arizona State University) comenta:”Después de estudiarlo cuidadosamente, pensamos que se trata de un domo creado por criovulcanismo”. Se trata de una forma de actividad volcánica a baja temperatura, en la que el hielo fundido sustituye la roca de silicatos fundida expulsada por los volcanes terrestres. La montaña gigante Ahuna es un domo de lava volcánico construida por las erupciones repetidas de agua salada congelada.
“Se trata del único ejemplo conocido de un criovolcán que potencialmente se formó a partir de una mezcla de lodo salado en un pasado geológicamente reciente”, comenta Ottaviano Ruesh (NASA), autor principal de la investigación. “Ahuna sólo tiene unos pocos cráteres en su superficie, lo que apunta a una edad de sólo unos doscientos millones de años como mucho”, afirma Williams.
Según los investigadores, las implicaciones de que Ahuna Mons sea de origen volcánico son enormes. Confirma que aunque la temperatura promedio de la superficie de Ceres es casi -40 ºC, su interior ha permanecido suficientemente templado para que exista agua líquida o salmueras durante un periodo relativamente largo. Y esto ha permitido la actividad volcánica en la superficie en una época geológica reciente.
Cassini descubre cañones inundados en Titán
14/9/2016 de JPL / Geophysical Research Letters
La nave espacial Cassini de NASA exploró la superficie de Titán con microondas, descubriendo que algunos canales son cañones profundos llenos de hidrocarburos. Una de esas formaciones es Vid Flumina, la red de líneas estrechas del cuadrante superior izquierdo de la imagen. Crédito: NASA/JPL-Caltech/ASI .
La nave Cassini de NAsA ha descubierto cañones verticales profundos en la luna Titán de Saturno que están llenos de hidrocarburos líquidos. El descubrimiento supone la primera prueba directa de la presencia de canales llenos de líquido en Titán, además de tratarse de la primera observación de cañones de cientos de metros de profundidad.
Ls observaciones de Cassini revelan que los canales (en particular una red de ellos llamada Vid Flumina) son cañones estrechos, generalmente de menos de un kilómetros de ancho, con pendientes pronunciadas de más de 40 grados. Los cañones son también bastante profundos; los que han sido medidos tienen entre 240 y 570 metros de arriba al fondo.
Los canales de las ramificaciones aparecen oscuros en las imágenes de radar, muy parecidos al aspecto que tienen los mares ricos en metano de Titán. Esto sugirió a los científicos que los canales podrían estar también llenos de líquido, pero una detección directa no ha sido realizada hasta ahora. Previamente no estaba claro si el material oscuro era líquido o simplemente sedimento saturado, que a las frías temperaturas de Titán estaría hecho de hielo y no de roca.
La presencia de estos cortes profundos en el paisaje indica que cualquiera que sea el proceso que los creó estuvo activo durante mucho tiempo, o produjo una erosión mucho más rápida que en otras áreas de la superficie de Titán. Los escenarios propuestos por los investigadores incluyen el levantamiento del terreno y cambios en el nivel del mar, o quizás ambos.
Descubierto un cúmulo de galaxias de récord
14/9/2016 de Chandra
Imagen del cúmulo de galaxias más lejano, descubierto con datos del observatorio de rayos X Chandra y otros telescopios. EL cúmulo de galaxias, llamado CL J1001+0220, se halla a 11100 millones de años luz de la Tierra. Créditos: rayos X de NASA/CXC/Université Paris/T.Wang et al; infrarrojo de ESO/UltraVISTA; radio de ESO/NAOJ/NRAO/ALMA.
El observatorio de rayos X Chandra de NASA ha establecido un nuevo récord al cúmulo de galaxias más lejano descubierto. Este cúmulo puede haber sido captado justo después de su nacimiento, un momento de su evolución breve pero importante nunca visto con anterioridad.
El cúmulo de galaxias se llama CL J1001+0220 (CL J1001 para abreviar) y se halla a 11100 millones de años luz de la Tierra. El descubrimiento de este objeto retrasa el tiempo de formación de los cúmulos de galaxias (las mayores estructuras del Universo que se mantienen unidas por la gravedad) en unos 700 millones de años. “Esta cúmulo de galaxias no es sólo notable por su distancia, también está atravesando por una increíble fase de crecimiento en nada parecida a lo que hemos visto hasta ahora”, afirma Tao Wang, de la Comisión de energía atómica y energías alternativas francesa (CEA), quien ha dirigido el estudio.
El centro de CLJ1001 contiene once galaxias masivas, nueve de las cuales están experimentando una impresionante explosión de natalidad. En concreto, se están formando estrellas en el centro del cúmulo a un ritmo que es equivalente a más de 3000 soles por año, un valor notablemente alto para un cúmulo de galaxias, incluyendo los más lejanos y, por tanto, tan jóvenes como CLJ1001.
“Parece que hemos captado este cúmulo de galaxias justo en una fase crítica en la que ha pasado de ser una simple agrupación de galaxias más o menos unidas a un joven cúmulo de galaxias, aunque todavía no totalmente formado, comenta el coautor David Elbaz, también de CEA.
Los resultados sugieren que las galaxias elípticas de los cúmulos de galaxias como CLJ1001 pueden formar sus estrellas durante brotes más cortos y violentos que las galaxias elípticas que se encuentran fuera de cúmulos. Además, este descubrimiento sugiere que gran parte de la formación estelar de estas galaxias ocurre después de que caigan al cúmulo y no antes.
Observan una estrella que ha renacido con un destello
14/9/2016 de ESA Hubble
Imagen de la nebulosa Stingray tomada con la cámara WFPC2 del telescopio Hubble en 1998. En el centro de la nebulosa está situada la estrella SAO 244567, que evoluciona con rapidez. Crédito: ESA/Hubble & NASA.
Un equipo internacional de astrónomos ha conseguido estudiar con el telescopio espacial Hubble la evolución de una estrella en tiempo real. Durante un periodo de 30 años se han estado observando dramáticos aumentos de la temperatura de la estrella SAO 244567 . Ahora la estrella vuelve a enfriarse, después de haber renacido a una fase anterior de la evolución estelar. Esto la convierte en la primera estrella renacida que ha sido observada tanto durante la fase de calentamiento como la de enfriamiento del renacimiento.
SAO 244567 se encuentra a 2700 años luz de la Tierra y es la estrella central de la nebulosa Stingray. Entre 1971 y 2001 la temperatura de la superficie de la estrella se disparó casi 40 000 grados centígrados. Ahora observaciones nuevas realizadas con el espectrógrafo Nuevos Orígenes Cósmicos (COS de sus iniciales en inglés) del telescopio espacial Hubble de NASA/ESA, han revelado que SAO 244567 ha empezado a enfriarse y expandirse.
Esto es inusual, aunque no inédito, y el calentamiento rápido podría ser fácilmente explicable si se asumiera que SAO 244567 tenía una masa inicial de entre 3 y 4 veces la masa del Sol. Sin embargo, los datos muestran que SAO 244567 debe de haber tenido una masa inicial similar a la del Sol. Estas estrellas de masa baja normalmente evolucionan a lo largo de escalas de tiempo más largas, así que su rápido calentamiento ha sido un misterio durante décadas.
Los investigadores han sugerido una teoría que explique tanto el rápido aumento de la temperatura de la estrella como su baja masa inicial. Sugieren que el calentamiento fue debido a lo que se conoce como un destello o flash de la capa de helio, es decir, un breve encendido del helio que se encuentra fuera del núcleo de la estrella.
La búsqueda del noveno planeta revela objetos del Sistema Solar extremadamente lejanos
15/9/2016 de Carnegie Science / The Astronomical Journal
Esta ilustración muestra las órbitas de los objetos extremadamente lejanos de nuestro Sistema Solar ya conocidos y los recién descubiertos. La agrupación de la mayoría de sus órbitas indica que probablemente estén influenciados por algo masivo y muy lejano, el hipotético Planeta X. Imagen cortesía de Robin Dienel.
En la carrera por el descubrimiento del hipotético noveno planeta de nuestro Sistema Solar, Scott Sheppard y Chadwick Trujillo han observado objetos nunca antes vistos a distancias extremas del Sol en nuestro Sistema Solar.
Cuantos más objetos se descubran a distancias extremas, mayores serán las posibilidades de acotar la posición del noveno planeta, cuya existencia predijeron Sheppard y Trujillo en 2014. La posición y órbita de los pequeños objetos transneptunianos puede ayudar a determinar el tamaño y distancia al Sol del hipotético planeta noveno ya que su gravedad influyen sobre los movimientos de los objetos más pequeños que se encuentran más allá de Neptuno. Se les llama transneptunianos porque sus órbitas alrededor del Sol son mayores que la de Neptuno.
Entre los nuevos objetos se encuentra, por ejemplo, el llamado 2014 SR349, que exhibe características orbitales similares a los objetos conocidos con anterioridad cuyas posiciones y movimientos indujeron a Sheppard y Trujillo a postular la influencia del Planeta X.
Otro cuerpo, 2014 FE72, es el primer objeto de la lejana Nube de Oort cuya órbita se encuentra por completo fuera de la de Neptuno, llevándole tan lejos del Sol (unas 3000 veces más lejos que la Tierra), que probablemente está siendo influenciado por fuerzas de gravedad externas a nuestro Sistema Solar, como otras estrellas y la marea galáctica. Es el primer objeto observado a tan gran distancia.
Descubren una galaxia masiva que está compuesta en un 99.99 por ciento de materia oscura
15/9/2016 de Keck Observatory / The Astrophysical Journal Letters
La galaxia oscura Dragonfly 44. La imagen de la izquierda es una vista de gran campo de la galaxia tomada con el telescopio Gemini North. La ampliación de la derecha es de la misma imagen, revelando una gran galaxia alargada y un halo de cúmulos de estrellas esférico alrededor del núcleo de la galaxia. Crédito: Pieter van Dokkum, Roberto Abraham, GEMINI, Sloan Digital Sky Survey.
Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto, utilizando los telescopios mas potentes del mundo, una galaxia masiva que está formada casi por completo por materia oscura.
Aunque se halla relativamente cerca, la galaxia llamada Dragonfly 44 no ha sido detectada por los astrónomos hasta hace poco porque es muy débil. Fue descubierta el año pasado cuando el instrumento Dragonfly Telephoto Array observó la región del cielo en la constelación de Coma donde se halla. Los investigadores se dieron cuenta de que tenía que haber algo más de lo que veían: la galaxia tiene tan pocas estrellas que habría sido despedazada rápidamente a menos que exista algo que la mantiene unida.
Para determinar la cantidad de materia oscura que hay en Dragonfly 44, los astrónomos utilizaron el instrumento DEIMOS instalado en el telescopio Keck II para medir las velocidades de estrellas durante 33.5 horas a lo largo de seis noches y poder determinar la masa de la galaxia. Los investigadores emplearon el espectrógrafo Gemini Multi-Object Spectrograph (GMOS) del telescopio de 8 metros Gemini Norte para descubrir un halo esférico de cúmulos de estrellas alrededor del núcleo de la galaxia, similar al halo que rodea nuestra Vía Láctea.
“Los movimientos de las estrellas indican cuánta materia hay”, comenta Pieter van Dokkum, de la Universidad de Yale. “No les importa de qué clase de materia se trata, sólo te dicen que está ahí. En Dragonfly las estrellas se mueven muy rápido. Así que había una gran discrepancia: utilizando el observatorio Keck encontramos mucha más masa indicada por los movimientos de las estrellas que la masa contenida en las propias estrellas”. La masa de la galaxia se estima que es un billón de veces la masa del Sol, muy parecida a la de nuestra galaxia La Vía Láctea. Sin embargo, sólo una centésima parte del uno por ciento de ella está en forma de estrellas y materia “normal”; el 99.99% restante se encuentra en forma de materia oscura. La Vía Láctea tiene más de cien veces más estrellas que Dragonfly 44.
Plutón “pinta” de rojo su luna mayor
15/9/2016 de NASA / Nature
La nave New Horizons de NASA captó esta imagen de alta resolución en color realzado de la mayor luna de Plutón, Caronte. Los científicos han averiguado que el material rojizo de la región polar norte (llamada informalmente Mordor Macula) es metano procesado químicamente que escapó de la atmósfera de Plutón y llegó a Caronte. Crédito: NASA/JHUAPL/SwRI.
En junio de 2015, cuando las cámaras de la nave New Horizons de NASA se acercaban a Plutón, observaron la gran región polar rojiza de su luna mayor, Caronte.
Durante el último año, tras analizar las imágenes y otros datos que New Horizons ha enviado de su histórico paso en julio de 2015 por el sistema de Plutón, los científicos piensan que han resuelto el misterio. El color polar de Caronte procede del propio Plutón y se debe al gas metano que escapa de la atmósfera de Plutón y se congela en la fría y helada superficie del polo de Caronte. A esto le sigue un procesamiento químico por la luz ultravioleta del Sol que transforma el metano en hidrocarburos más pesados y, al final, en materiales orgánicos rojizos llamados tolinas.
Los modelos por computadora desarrollados muestran que durante la órbita de 248 años alrededor del Sol, Caronte sufre condiciones meteorológicas extremas en los polos, donde 100 años de luz continua alternan con otro siglo de oscuridad permanente. Las temperaturas superficiales durante estos largos inviernos caen a -257 ºC, suficiente para congelar el gas metano y convertirlo en sólido.
“Las moléculas de metano rebotan alrededor de la superficie de Caronte hasta que escapan al espacio o aterrizan en el polo frío, donde se congelan, formando un delgado recubrimiento de hielo de metano que dura hasta que la luz solar regresa en la primavera”, afirma Will Grundy, director del estudio. Pero mientras el hielo de metano sublima con rapidez, los hidrocarburos más pesados creados a partir de él permanecen en la superficie.
El mapa de mil millones de estrellas de Gaia, un anticipo de los tesoros que llegarán
15/9/2016 de ESA
Una imagen de todo el cielo de estrellas de nuestra Galaxia (la Vía Láctea) y las galaxias vecinas, basado en el primer año de observaciones del satélite Gaia de ESA, de julio de 2014 a septiembre de 2015. Crédito: ESA/Gaia/DPAC.
Ayer se publicó el primer catálogo de más de mil millones de estrellas del satélite Gaia de ESA, el mayor estudio de todo el cielo de objetos celestes hasta la fecha. Mientras trabaja para compilar el mapa 3D más detallado de nuestra galaxia la Vía Láctea, Gaia ha determinado la posición precisa en el cielo y el brillo de 1142 millones de estrellas. Los datos publicados ahora incluyen las distancias y movimientos por el cielo de más de dos millones de estrellas, un anticipo del catálogo más rico que se obtendrá próximamente.
“Gaia es lo más avanzado en astrometría, cartografiando el cielo con precisiones que nunca antes se habían logrado”, afirma Álvaro Giménez, Director de Ciencia de la ESA. “La publicación de hoy nos proporciona una primera impresión de los datos extraordinarios que nos esperan y que revolucionarán nuestra comprensión de cómo se distribuyen y se mueven las estrellas por nuestra Galaxia”.
Lanzado hace 1000 días, Gaia inició su trabajo científico en julio de 2014. Esta primera publicación se basa en datos recogidos durante sus primeros 14 meses de escaneo del cielo, hasta septiembre de 2015.
Las bandas y demás artefactos de la imagen revelan el modo en que Gaia escanea el cielo, e irán desapareciendo gradualmente a medida que se realicen más rastreos durante la misión de cinco años.
Algunos lagos de Marte antiguos llegaron mucho después que otros
16/9/2016 de JPL / Journal of Geophysical Research, Planets
Paisaje de la región Arabia Terra de Marte, con valles jóvenes. La zona incluye la cuenca apodada “Lago Corazón” arriba a la izquierda. Crédito: NASA/JPL-Caltech/ASU.
Algunos lagos y ríos alimentados por nieve fundida en Marte se formaron mucho más tarde de lo que se pensaba posible. Los lagos y corrientes recientemente descubiertos aparecieron aproximadamente hace mil millones de años después de una era anterior, bien documentada, de condiciones húmedas en el Marte antiguo. Estos resultados proporcionan información sobre la historia del clima del Planeta Rojo y sugieren que las condiciones en la superficie en esta época tardía pueden haber sido también adecuadas para la vida microbial.
“Descubrimos valles que transportaban agua hacia cuencas de lagos”, afirma Sharon Wilson (Smithsonian Institution). “Varias cuencas lacustres se llenaron y rebosaron, indicando que había una considerable cantidad de agua en el paisaje durante esta época”.
“Uno de los lagos de esta región era comparable en volumen al lago Tahoe”, comenta Wilson refiriéndose a un lago de California que contiene 188 kilómetros cúbicos de agua. “Este lago marciano en particular fue alimentado por un valle en su borde sur y rebosó por su margen norte, transportando agua río abajo hacia una cuenca grande llena de agua apodada ‘Lago Corazón’ “.
Las características de los valles apoyan la interpretación de que el clima era frío: “el ritmo al que el agua fluía por estos valles es lo esperado por escorrentía de nieve fundida”, comenta Wilson. “No se trataba de ríos bravos. Tienen sencillos patrones de desagüe y no forman sistemas complejos o profundos como las redes de los valles antiguos del Marte primitivo”.
Un agujero negro escondido entre sus propios desechos
16/9/2016 de NRAO / Astrophysical Journal Letters
Imagen de ALMA de la región central de la galaxia NGC 1068. El toro de material que alberga el agujero negro supermasivo está destacado en el recuadro. Esta región, de unos 40 años luz aproximadamente, es el resultado de material expulsado del disco de acreción del agujero negro. Crédito: Gallimore et al.; ALMA (ESO/NAOJ/NRAO); B. Saxton (NRAO/AUI/NSF).
En el centro de las galaxias hay agujeros negros supermasivos, con entre millones y miles de millones de veces la masa de nuestro Sol. Muchos de estos gigantes galácticos están escondidos dentro de un grueso anillo de polvo y gas conocido como toro. Observaciones anteriores sugerían que estas estructuras se forman a partir del material que se encuentra cerca del centro de la galaxia.
Sin embargo, ahora datos nuevos del conjunto de radiotelescopios Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) han desvelado que el agujero del centro de la galaxia llamada NGC 1068 es en realidad la fuente de su propio toro de polvo y gas, forjado a partir de material expulsado del disco de acreción del agujero negro.
Esta fuente cósmica recién descubierta de gas frío y de polvo podría cambiar las ideas acerca del impacto que los agujeros negros tiene en la galaxia que los alberga y, potencialmente, sobre el medio intergaláctico.
Empleando ALMA, el equipo internacional de astrónomos dirigido por Jack Gallimore (Bucknell University) observó el interior de esta región, descubriendo un rocío de nubes frías de monóxido de carbono abandonando la zona exterior del disco de acreción. La energía procedente del interior caliente del disco ioniza parcialmente estas nubes, permitiendo que se adhieran a las potentes líneas del campo magnético que se enrollan alrededor del disco.
Un hambriento agujero negro devuelve a una galaxia a la oscuridad
16/9/2016 de ESO / Astronomy & Astrophysics
Esta imagen del instrumento MUSE, instalado en el VLT (Very Large Telescope) de ESO, muestra la galaxia activa Markarian 1018, que tiene un agujero negro supermasivo en su núcleo. Los débiles rastros de luz alrededor de la galaxia son el resultado de la interacción y fusión con otra galaxia en un pasado reciente. Crédito: ESO/CARS survey.
Un equipo internacional de astrónomos ha resuelto el misterio relacionado con un extraño cambio en el comportamiento de un agujero negro supermasivo situado en el centro de una galaxia distante. Lo han logrado utilizando datos obtenidos con el VLT (Very Large Telescope) de ESO, el telescopio espacial Hubble de NASA/ESA y el Observatorio de rayos X Chandra de la NASA. Parece que el agujero negro está viviendo tiempos difíciles y no se alimenta con el suficiente combustible como para hacer brillar a la galaxia.
Al parecer, muchas galaxias cuentan con un núcleo extremadamente brillante alimentado por un agujero negro supermasivo. Estos núcleos generan «galaxias activas», unos de los objetos más brillantes del universo. Se cree que brillan con tanta intensidad porque el material caliente refulge a medida que cae en el agujero negro, un proceso conocido como acreción. Esta luz brillante puede variar enormemente entre diferentes galaxias activas, por lo que los astrónomos las clasifican en varios tipos basándose en las propiedades de la luz que emiten.
Se ha observado que algunas de estas galaxias cambian drásticamente en el transcurso de tan solo 10 años: un abrir y cerrar de ojos en términos astronómicos. Sin embargo, la galaxia activa de este nuevo estudio, Markarian 1018, destaca por haber cambiado una segunda vez, volviendo a su clasificación inicial en los últimos cinco años. Ya antes se habían estudiado un puñado de galaxias que realizaban el cambio de ciclo completo, pero nunca se había podido estudiar con tanto detalle.
Poder observar la galaxia justo tras haber empezado a desvanecerse fue una oportunidad inesperada para aprender lo que hace que estas galaxias se apaguen, tal y como declara Bernd Husemann, responsable del proyecto CARS y autor principal de uno de los dos artículos científicos relacionados con el descubrimiento: «Tuvimos la suerte de detectar el evento sólo 3 o 4 años después de que comenzara la decadencia, de manera que pudimos poner en marcha campañas de seguimiento con el fin de estudiar detalles de la física de la acreción de galaxias activas que, de otra forma, no pueden estudiarse».
El equipo obtuvo datos adicionales después de haber conseguido tiempo de observación con el telescopio espacial Hubble de NASA/ESA y el Observatorio de rayos X Chandra de la NASA. Con los nuevos datos de este conjunto de instrumentos fueron capaces de resolver el misterio: el agujero negro se desvanecía lentamente porque estaba siendo privado de material para su acreción.
El Hubble observa de cerca la desintegración de un cometa
16/9/2016 de Hubble site
Esta imagen del telescopio espacial Hubble muestra el antiguo cometa 332P/Ikeya-Murakami desintegrándose a medida que se acerca al Sol. Crédito: NASA, ESA, y D. Jewitt (UCLA).
El telescopio espacial Hubble de NASA/ESA ha obtenido una de las observaciones más detalladas de un cometa rompiéndose a 108 millones de kilómetros de la Tierra.
En una serie de imágenes tomadas durante un periodo de tres días en enero de 2016, el Hubble reveló 25 bloques compuestos por una mezcla de hielo y polvo que ha dejado el cometa a la deriva, que se desplazan a la velocidad de un adulto caminando. Las observaciones sugieren que el cometa, llamado 332P/Ikeya-Murakami, que tiene una edad aproximada de 4500 millones de años, puede estar girando tan rápido que expulsa material de su superficie. Los escombros resultantes se hallan ahora esparcidos en una estela de 4800 kilómetros de longitud.
Estas observaciones proporcionan datos acerca del comportamiento volátil de los cometas, que empiezan a evaporarse cuando se acercan al Sol, apareciendo fuerzas dinámicas. El cometa 332P se encontraba a 240 millones de kilómetros del Sol, poco más allá de la órbita de Marte, cuando el Hubble observó su rotura.
La observación de tres días revela que fragmentos del cometa aumentan y disminuyen de brillo por la rotación de zonas con hielo en su superficie al entrar y salir de la luz solar. Sus formas también cambian, cuando se rompen. Los restos helados componen cerca de un 4 por ciento del cometa progenitor y varían en tamaño entre los 20 metros y los 61 metros. Se alejan unos de otros a una velocidad de pocos kilómetros por hora.
Los investigadores sugieren que la luz solar calentó el cometa, produciendo la erupción de chorros de gas y polvo en su superficie. Como el núcleo es tan pequeño, estos chorros actúan como motores de cohetes, acelerando el giro del cometa. Esta rotación más rápida despide fragmentos de material que quedan flotando por el espacio.
Terremotos, “terremotos marcianos” y la posibilidad de vida
19/9/2016 de Yale University / Astrobiology
Estas pseudotaquilitas – rocas de grano fino – proceden de las Islas Británicas. Su análisis aporta información sobre la habitabilidad del subsuelo marciano. Fuente: Yale University.
Un estudio nuevo demuestra que las rocas molidas por otras rocas durante los terremotos son ricas en hidrógeno atrapado, un descubrimiento que sugiere que una actividad sísmica similar en Marte podría producir suficiente hidrógeno para mantener vida.
“Trabajos anteriores han sugerido que el hidrógeno se produce durante los terremotos cuando las rocas se fracturan y se muelen unas a otras. Nuestras medidas sugieren que se produce hidrógeno suficiente como para mantener el desarrollo de microorganismos alrededor de fallas activas”, afirma el geólogo de Yale Sean McMahon, director del estudio.
Aunque los humanos y otros animales consiguen su energía principalmente de la reacción entre el oxígeno y el azúcar, las bacterias utilizan un amplio muestrario de reacciones alternativas para conseguir energía. La oxidación del gas de hidrógeno, por ejemplo, genera energía suficiente para las bacterias que habitan bajo el subsuelo de la Tierra.
«Marte no es sísmicamente activo, pero nuestro trabajo demuestra que los ‘terremotos marcianos’ podrían producir hidrógeno suficiente para mantener pequeñas poblaciones de microorganismos, al menos durante cortos periodos de tiempo”, afirma McMahon. “Esta es sólo una parte de la historia sobre la habitabilidad del subsuelo marciano, donde otras fuentes de energía para la vida pueden estar disponibles también. El mejor modo de encontrar pruebas de vida en Marte puede ser examinar rocas y minerales que se formaron a gran profundidad alrededor de fallas y estructuras, que posteriormente fueron llevados a la superficie por la erosión”.
ALMA descubre un inesperado tesoro de gas alrededor de estrellas grandes
19/9/2016 de NRAO / The Astrophysical Journal
Imagen tomada con ALMA del disco de escombros que rodea la estrella de la asociación de Escorpio-Centauro conocida como HIP 73145. La región verde señala el gas monóxido de carbono que baña el disco de escombros. El rojo es la luz emitida por el polvo que rodea la estrella central. Crédito: J. Lieman-Sifry, et al., ALMA (ESO/NAOJ/NRAO); B. Saxton (NRAO/AUI/NSF).
Un equipo de astrónomos ha empleado el conjunto de radiotelescopios ALMA para estudiar docenas de estrellas jóvenes (algunas parecidas al Sol y otras aproximadamente con el doble de su tamaño) y han descubierto que las mayores poseen reservas sorprendentemente altas de gas monóxido de carbono en sus discos de escombros. En cambio, las estrellas como el Sol tienen discos de escombros que prácticamente carecen de gas.
Este descubrimiento es contrario a lo que esperaban los astrónomos, que mantienen que la radiación más intensa de las estrellas mayores debería de arrancar el gas de los discos de escombros más rápido que la radiación moderada, en comparación, de las estrellas pequeñas. También puede ofrece datos sobre la historia de formación de los planetas gigantes alrededor de estrellas jóvenes.
Los discos de escombros se encuentran alrededor de estrellas que han perdido sus discos protoplanetarios polvorientos, llenos de gas, formando planetas, asteroides, cometas y otros planetesimales. Sin embargo, alrededor de las estrellas más jóvenes muchos de estos objetos recién formados todavía tienen que alcanzar órbitas estables y siguen chocando, produciendo suficientes fragmentos como para crear un disco de escombros de segunda generación.
La existencia de este gas puede tener consecuencias importantes para la formación de planetas, según Meredith Hughes, coautora del estudio. El monóxido de carbono es un constituyente importante de las atmósferas de los planetas gigantes. Su presencia en los discos de escombros podría indicar que otros gases, como el hidrógeno, están también presentes, aunque quizás en concentraciones mucho más bajas. Si ciertos discos de escombros son capaces de retener cantidades apreciables de gas, podrían retrasar el tiempo límite para la formación de planetas gigantes alrededor de estrellas jóvenes, según especulan los astrónomos.
El polo norte de Júpiter, diferente de todo lo encontrado en el Sistema Solar
19/9/2016 de JPL
Esta imagen en el infrarrojo proporciona una vista sin precedentes de la aurora austral de Júpiter, tal como fue captada por la nave espacial Juno de NASA el pasado 27 de agosto de 2016. Crédito: NASA/JPL-Caltech/SwRI/ASI/INAF/JIRAM.
La nave espacial Juno de NASA ha enviado las primeras imágenes del polo norte de Júpiter, tomadas durante el primer paso de la nave por el planeta con sus instrumentos en marcha. Las imágenes muestran sistemas tormentosos y actividad meteorológica nunca antes observada en ninguno de los planetas gigantes gaseosos de nuestro Sistema Solar.
Scott Bolton, investigador principal de Juno, comenta: «Es de color más azul allí arriba que en otras partes del planeta y hay muchas tormentas. No existen signos de bandas latitudinales o de los cinturones a los que estamos acostumbrados; esta imagen es apenas identificable como de Júpiter. Estamos viendo señales de que las nubes tienen sombras, indicando posiblemente que las nubes se hallan a altitudes mayores que otras formaciones».
Uno de los descubrimientos más notables de estas primeras imágenes de los polos norte y sur de Júpiter es algo que el instrumento de imágenes JunoCam no vio. «Saturno posee un hexágono en el polo norte», comenta Bolton. «No hay nada en Júpiter que se parezca a eso ni de lejos. El planeta mayor de nuestro Sistema Solar es verdaderamente único. Tenemos 36 sobrevuelos más para estudiar lo único que es en realidad».
El instrumento JIRAM ha permitido realizar las primeras observaciones de Júpiter en el infrarrojo. «Estas primeras imágenes en el infrarrojo de los polos norte y sur de Júpiter están mostrando lugares templados y calientes que nunca antes habíamos visto. Y aunque sabíamos que las primeras imágenes en el infrarrojo del polo sur de Júpiter podrían revelar la aurora austral del planeta, estamos asombrados por haberla visto por primera vez. Ningún otro instrumento en la Tierra o en el espacio ha sido capaz de ver la aurora del sur. Ahora con JIRAM vemos que parece ser muy brillante y estructurada. El alto nivel de detalle de las imágenes nos dará más información sobre la morfología y dinámica de la aurora», comenta Alberto Adriani (Istituto di Astrofisica e Planetologia Spaziali, Roma).
Un equipo de astrónomos descubre una extraña reliquia fósil de la Vía Láctea temprana
19/9/2016 de ESO
Imagen del inusual cúmulo de estrellas Terzan 5. Nuevos datos indican que se trata de uno de los primeros componentes del bulbo galáctico, con mucha probabilidad una reliquia de los primeros días de la Vía Láctea. Crédito: ESO/F. Ferraro.
Un equipo internacional de astrónomos, utilizando el Very Large Telescope de ESO y otros telescopios, ha revelado la existencia de un resto fósil de la Vía Láctea temprana que da cobijo a estrellas de muy diferentes edades. Este sistema estelar se asemeja a un cúmulo globular, pero no se parece a ninguno conocido. Contiene estrellas muy similares a las estrellas más antiguas de la Vía Láctea y tiende un puente entre el presente y el pasado de nuestra galaxia, ayudándonos a rellenar ese espacio vacío en nuestra comprensión de su historia.
Terzan 5 se encuentra a 19.000 años luz de la Tierra, en la constelación de Sagitario (el arquero) y en la dirección del centro galáctico. Hace ya unos cuarenta años, desde su detección, que se clasifica como un cúmulo globular. Ahora, un equipo de astrónomos, liderado por investigadores italianos, ha descubierto que Terzan 5 no es como los demás cúmulos globulares conocidos.
El equipo estudió los datos del instrumento Multi-conjugate Adaptive Optics Demonstrator, instalado en el Very Large Telescope, así como de un conjunto de otros telescopios en tierra y en el espacio. Encontraron pruebas contundentes que en Terzan 5 hay dos clases distintas de estrellas que no sólo difieren en los elementos que contienen, sino que tienen una diferencia de edad de aproximadamente 7.000 millones de años.
Las edades de las dos poblaciones indican que el proceso de formación de estrellas en Terzan 5 no fue continuado, sino que estuvo dominado por dos brotes distintos de formación estelar. «Esto implica que el antepasado de Terzan 5 debía contar con grandes cantidades de gas para tener una segunda generación de estrellas y ser bastante masivo. Por lo menos 100 millones de veces la masa del Sol», explica el coautor del estudio Davide Massari, investigador del INAF (Italia) y de la Universidad de Groningen (Países Bajos).
Sus inusuales propiedades hacen de Terzan 5 el candidato ideal para ser un fósil viviente de los inicios de la Vía Láctea. Las teorías actuales sobre la formación de la galaxia asumen que, para formar el bulbo primordial de la Vía Láctea, fue necesaria la interacción entre ingentes masas de gas y estrellas que, durante el proceso, acabaron fusionándose y disolviéndose.
ALMA observa el posible lugar de formación de un planeta gigante helado
20/9/2016 de Atacama Large Millimiter/submillimiter Array
Imagen de ALMA del disco alrededor de la joven estrella TW Hydrae. Se ven claramente varios huecos. Los investigadores han descubierto que el tamaño de las partículas de polvo del hueco interno de 22 unidades astronómicas es más pequeño que en las otras regiones brillantes y sugieren que allí reside un planeta similar a Neptuno. Crédito: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO), Tsukagoshi et al.
Un equipo de astrónomos ha encontrado señales de un planeta que está creciendo alrededor de TW Hydra, una joven estrella cercana, utilizando el conjunto de radiotelescopios de ALMA. Basándose en la distancia a la estrella central y en la distribución de diminutos granos de polvo, el planeta bebé se cree que es un gigante de hielo, parecido a Urano y Neptuno en nuestro Sistema Solar. Este resultado es un paso más para entender los orígenes de los distintos tipos de planetas.
Varios planetas extrasolares han sido encontrado en las últimas dos décadas y ahora los investigadores están de acuerdo en que pueden exhibir una gran variedad de características. Sin embargo, todavía no está claro cómo aparece esta variedad. Especialmente, todavía existe debate sobre cómo se forman planetas gigantes helados como Urano y Neptuno.
Observaciones anteriores de TW Hydrae muestran que esta rodeada por un disco de diminutas partículas de polvo. Este disco es el lugar donde se forman planetas. Observaciones recientes con ALMA revelaron varios huecos en el disco y algunos estudios teóricos sugieren que los huecos son prueba de la formación de planetas.
El equipo de investigadores observó el disco con ALMA en dos frecuencias de radio. Las observaciones indican que en el hueco más grande (que tiene un radio de 22 unidades astronómicas) dominan las partículas de polvo más pequeñas, del tamaño de micrómetros, y las partículas grandes están ausentes. Los estudios teóricos habían predicho que esto podría deberse a la creación de un planeta un poco más masivo que Neptuno. «Combinado con el tamaño de la órbita y el brillo de TW Hydrae, el planeta sería un gigante de hielo como Neptuno», comenta Takashi Tsukagoshi (Ibaraki University, Japón).
Descubren los ecos de agujeros negros comiendo estrellas
20/9/2016 de JPL
Esta ilustración muestra una estela brillante de material procedente de una estrella que está siendo devorada por un agujero negro supermasivo en una fulguración de destrucción por marea. Crédito: NASA/JPL-Caltech.
Los agujeros negros supermasivos, con su inmensa atracción gravitatoria, son famosamente conocidos por su eficiencia para limpiar sus alrededores inmediatos tragando los objetos cercanos. Cuando una estrella pasa a menos de una cierta distancia de un agujero negro, el material estelar resulta estirado y comprimido (o espaguetificado) mientras el agujero negro lo traga.
Un agujero negro destruyendo una estrella (lo que los astrónomos llaman destrucción por fuerzas de marea) emite una enorme cantidad de energía, iluminando los alrededores con las llamadas fulguraciones. En años recientes, varias docenas de fulguraciones han sido descubiertas pero todavía no son bien entendidas.
Ahora los astrónomos poseen más datos acerca de las fulguraciones producidas por la destrucción por fuerzas de marea de estrellas. Dos estudios nuevos muestran cómo el polvo de los alrededores absorbe y reemite su luz, como si se tratase de ecos. Esto permite a los científicos medir las energías de este tipo de fulguraciones con mucha mayor precisión.
«Se trata de la primera vez que hemos visto con claridad los ecos en luz infrarroja de múltiples episodios de destrucción por marea», comenta Sjoert van Velzen (Johns Hopkins University).
Las fulguraciones de los agujeros negros que comen estrellas contienen radiación de alta energía, incluyendo luz ultravioleta y rayos X. Estas fulguraciones destruyen todo el gas que permanece cerca de un agujero negro. Pero a una cierta distancia de un agujero negro, el polvo puede sobrevivir porque la radiación de la fulguración que le llega no es tan intensa. Después de que el polvo superviviente es calentado por una fulguración, emite radiación infrarroja, cuya medida permite conocer las fulguraciones y la naturaleza del propio polvo.
Venas de Marte, formadas por la evaporación de antiguos lagos
20/9/2016 de University of Leicester / Meteoritics & Planetary Science
Agujero de perforación en la zona John Klein de Yellowknife Bay en Marte, con una vena pequeña de color claro de sulfatos visible en la pared trasera. Crédito: cortesía de University of Leicester.
Las venas minerales encontradas en el cráter Gale de Marte fueron formadas por la evaporación de antiguos lagos marcianos, según un nuevo estudio que sugiere que estas venas se formaron cuando los sedimentos del antiguo lago fueron enterrados, calentados a unos 50 grados centígrados para posteriormente ser corroídos.
«El sabor de esta agua subterránea marciana habría sido bastante desagradable, con unas 20 veces el contenido de sulfatos y sodio que tiene una botella de agua mineral, por ejemplo», comenta el profesor John Bridges. «Sin embargo, tal como concluye el Dr Schwenzer de la Open University, a algunos microbios de la Tierra les gustan los fluidos ricos en azufre y hierro porque pueden utilizar esos dos elementos para conseguir energía. Por tanto, para la cuestión de la habitabilidad del cráter Gale que el agua tenga ese sabor es una noticia muy interesante».
Laboratorio estelar en Sagitario
20/9/2016 de ESO
El puñado de brillantes estrellas azules que pueden ver en la parte superior izquierda de esta inmensa fotografía de 615 megapíxeles de ESO es el laboratorio cósmico perfecto para estudiar la vida y la muerte de las estrellas. Conocido como Messier 18, este cúmulo estelar abierto contiene estrellas que se formaron juntas a partir de la misma nube masiva de gas y polvo. Esta imagen fue captada por la cámara OmegaCAM, instalada en el telescopio de rastreo VST (VLT Survey Telescope), en el Observatorio Paranal de ESO, en Chile. Crédito: ESO.
El puñado de brillantes estrellas azules que pueden ver en la parte superior izquierda de esta nueva fotografía de ESO (una inmensa imagen de 615 megapíxeles), es el laboratorio cósmico perfecto para estudiar la vida y la muerte de las estrellas. Conocido como Messier 18, este cúmulo de estrellas contiene astros que se formaron juntos a partir de la misma nube masiva de gas y polvo. Esta imagen, que también cuenta con rojas nubes de brillante hidrógeno y oscuros filamentos de polvo, fue captada por el telescopio de rastreo VST (VLT Survey Telescope), situado en el Observatorio Paranal de ESO, en Chile.
Messier 18 fue descubierto y catalogado en 1764 por Charles Messier — de ahí que se denominen Objetos Messier — durante su búsqueda de objetos parecidos a cometas. Se encuentra dentro de la Vía Láctea, aproximadamente a 4.600 años luz, en la constelación de Sagitario, y está formado por una gran número de estrellas hermanas unidas en lo que se conoce como un cúmulo abierto.
Se conocen más de 1.000 cúmulos abiertos dentro de la Vía Láctea con una amplia gama de propiedades, como tamaño y edad, que proporcionan a los astrónomos pistas sobre cómo se forman, evolucionan y mueren las estrellas. El principal atractivo de estos cúmulos es que todas sus estrellas nacen juntas a partir del mismo material.
En Messier 18, los colores azul y blanco de la población estelar indican que las estrellas del cúmulo son muy jóvenes, probablemente tienen solamente alrededor 30 millones años de edad. Ser hermanas significa que las estrellas solo serán diferentes en cuanto a su masa, y no en cuanto a la distancia que las separa de la Tierra o en lo referente a la composición del material del que se formaron. Esto hace que los cúmulos sean muy útiles a la hora de mejorar las teorías de formación y evolución estelar.
ALMA desvela los secretos de una mancha espacial gigante
23/9/2016 de ESO
Esta renderización muestra una instantánea de una simulación cosmológica de una mancha Lyman-alfa similar a LAB-1. Esta simulación rastrea la evolución del gas y de la materia oscura usando uno de los últimos modelos de formación de galaxias en el superordenador Pleiades de la NASA. Esta imagen muestra la distribución del gas dentro del halo de materia oscura codificada en colores, de manera que el gas frío (principalmente hidrógeno neutro) aparece rojo y el gas caliente se ve en color blanco. Incrustadas en el centro de este sistema hay dos galaxias con fuerte formación estelar, pero están rodeadas por gas caliente y por muchas galaxias satélite más pequeñas que aquí aparecen como pequeñas manchas rojas de gas. Los fotones lyman-alfa escapan de las galaxias centrales y dispersan el gas frío asociado a estos satélites para dar lugar a una mancha extendida de Lyman-alfa. Crédito: J.Geach/D.Narayanan/R.Crain.
Un equipo internacional de astrónomos que ha utilizado tanto ALMA como el VLT (Very Large Telescope) de ESO y otros telescopios, ha descubierto la verdadera naturaleza de un extraño objeto del universo distante llamado “mancha Lyman-Alfa”. Hasta ahora, los astrónomos no entendían qué mecanismo hacía que estas enormes nubes de gas brillaran tanto, pero ALMA ha detectado dos galaxias en el corazón de uno de estos objetos y están atravesando una frenética etapa de formación estelar que ilumina todo su entorno. Estas enormes galaxias están, a su vez, en el centro de un enjambre de galaxias más pequeñas en lo que parece ser una fase temprana en la formación de un cúmulo masivo de galaxias. Las dos fuentes de ALMA están destinadas a convertirse en una única galaxia elíptica gigante.
Las manchas Lyman-alfa (LABs, de Lyman-alpha Blobs) son gigantescas nubes de gas de hidrógeno que pueden abarcar cientos de miles de años luz y se encuentran a grandes distancias cósmicas. El nombre refleja la característica longitud de onda de la luz ultravioleta que emiten, conocida como radiación Lyman-alfa. Desde su descubrimiento, los procesos que dan lugar a los LABs han sido un rompecabezas astronómico. Ahora, nuevas observaciones llevadas a cabo con ALMA, han aclarado el misterio.
Una de las manchas Lyman-alfa más grande conocida, y la más ampliamente estudiada, es la mancha SSA22-Lyman-alfa 1 o LAB-1. Incrustado en el núcleo de un gran cúmulo de galaxias que se encuentra en las primeras etapas de formación, fue el primer objeto de su tipo en ser descubierto — en el año 2000 — y se encuentra tan lejos que su luz ha tardado unos 11.500 millones de años en llegar hasta nosotros.
Un equipo de astrónomos, liderado por Jim Geach, del Centro de Investigación en Astrofísica de la Universidad de Hertfordshire (Reino Unido), ha utilizado el conjunto ALMA (Atacama Large Millimeter/Submillimeter Array), con su inigualable capacidad para observar la luz de las nubes de polvo frías en galaxias lejanas, para estudiar LAB-1 en profundidad. Esto les permitió identificar y resolver varias fuentes de emisión submilimétrica.
Combinando las imágenes de ALMA con las observaciones del instrumento MUSE (Multi Unit Spectroscopic Explorer), instalado en el VLT (Very Large Telescope) de ESO, que capta la luz Lyman-alfa, pudieron demostrar que las fuentes de ALMA se encuentran en el corazón de la mancha Lyman-alfa, donde están formando estrellas a un ritmo cien veces superior al de la Via Láctea.
El Hubble encuentra un planeta en órbita alrededor de dos estrellas
23/9/2016 de Hubble site / The Astronomical Journal
Ilustración de artista que muestra un planeta gigante en órbita alrededor de una pareja de estrellas enanas rojas. Crédito: NASA, ESA, y G. Bacon (STScI).
Un equipo de astrónomos ha utilizado el telescopio espacial Hubble junto con un truco de la naturaleza para confirmar la existencia de un planeta en órbita alrededor de dos estrellas en el sistema OGLE-2007-BLG-349, situado a 8000 años luz hacia el centro de nuestra galaxia.
El planeta se encuentra a unos 480 millones de kilómetros del duo estelar, más o menos la distancia del cinturón de asteroides a nuestro Sol. Completa una órbita alrededor de ambas estrellas cada 7 años. Las dos estrellas enanas rojas están a solo 11 millones de kilómetros una de la otra, o 14 veces el diámetro de la órbita de nuestra Luna alrededor de la Tierra.
Las observaciones con el Hubble constituyen la primera vez que un sistema de tres cuerpos de este tipo ha sido confirmado utilizando la técnica de microlente gravitatoria. Una microlente gravitatoria se produce cuando la gravedad de una estrella que está delante intensifica y distorsiona la luz de una estrella situada detrás cuando ambas se alinean momentáneamente. Este carácter particular de la intensificación de la luz puede revelar pistas sobre la naturaleza de la estrella que está delante y sus planetas asociados.
La cosmología está segura puesto que no hay una dirección preferente en el Universo
23/9/2016 de UCL / Physical Review Letters
Ilustración de los patrones posibles que un universo anisotrópico dejaría en el fondo cósmico de microondas, incluyendo (de arriba a abajo y de izquierda a derecha) la contribución de fluctuaciones cuánticas y tres aspectos diferentes de la expansión anisotrópica. Crédito: Saadeh et al.
El Universo se está expandiendo uniformemente según una investigación dirigida por UCL que afirma que el espacio no se está estirando en ninguna dirección preferida, ni tampoco está girando.
Este estudio ha investigado el fondo cósmico de microondas (CMB de sus iniciales en inglés), que es la radiación residual del Big Bang. Demuestra que el Universo se expande en todas las direcciones por igual, apoyando las hipótesis de los cosmólogos asumidas en el modelo estándar del Universo.
El equipo de UCL e Imperial College London utilizaron medidas del CMB realizadas entre 2009 y 2013 por el satélite Planck. La nave envió recientemente información sobre la polarización del CMB en todo el cielo por primera vez, proporcionando una imagen complementaria del Universo temprano que los investigadores han podido explotar.
Daniela Saadeh, directora de la investigación, explica: «Calculamos los distintos patrones que ceríamos en el fondo cósmico de microondas si el espacio tuviese distintas propiedades en diferentes direcciones. Las señales podrían ser zonas frías o calientes o estiramientos a lo largo de un eje particular, o incluso distorsiones en espiral». «Aunque nunca lo puedes descartar completamente, hemos calculado que la probabilidad de que el Universo prefiera una dirección sobre otras es sólo de una sobre 121 000».
ALMA explora el Campo Ultra Profundo del Hubble
23/9/2016 de ESO
Esta imagen combina una imagen de fondo tomada por el Telescopio Espacial Hubble de NASA/ESA (azul/verde) con una nueva visión muy profunda de ALMA de este campo (naranja, marcado con círculos). Todos los objetos que ve ALMA parecen ser galaxias con formación de estrellas masivas. Crédito: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO)/NASA/ESA/J. Dunlop et al. y S. Beckwith (STScI) y el HUDF Team.
Varios equipos internacionales de astrónomos han utilizado el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) para explorar el distante rincón del universo revelado por primera vez en las icónicas imágenes de Campo Ultra Profundo del Hubble (HUDF, Hubble Ultra Deep Field). Estas nuevas observaciones de ALMA son mucho más profundas y precisas que sondeos anteriores realizados en longitudes de onda milimétricas. Muestran claramente cómo la tasa de formación estelar en galaxias jóvenes está estrechamente relacionada con su masa total de estrellas. También trazan la abundancia de gas implicado en la formación estelar en diferentes puntos en el tiempo, previamente desconocida, proporcionando una nueva visión de la «edad de oro» de la formación de galaxias hace aproximadamente 10.000 millones de años.
En 2004, se publicaron las imágenes de Campo Ultra Profundo de Hubble — observaciones pioneras de campo profundo llevadas a cabo con el Telescopio Espacial Hubble de NASA/ESA —. Estas espectaculares fotos hicieron la exploración más profunda hecha hasta el momento y revelaron una colección de galaxias que se extienden hasta menos de 1.000 millones de años después del Big Bang. El área fue observada varias veces por el Hubble y muchos otros telescopios, obteniendo como resultado la visión más profunda del universo hasta la fecha.
Los astrónomos que han utilizado ALMA han hecho un sondeo de esta ventana al universo distante, aparentemente ordinaria, pero muy estudiada. Y lo han hecho de forma profunda por primera vez y con mucha precisión en el rango milimétrico de la luz. Esto les permite ver el débil resplandor de las nubes de gas y también las emisiones de polvo caliente en galaxias del universo temprano.
Un equipo dirigido por Jim Dunlop (Universidad de Edimburgo, Reino Unido) ha demostrado con este estudio que la masa estelar de una galaxia es el mejor indicador de la tasa de formación estelar en el universo con alto desplazamiento al rojo. Esencialmente, detectaron todas las galaxias de alta masa y prácticamente nada más.
El segundo equipo, liderado por Manuel Aravena (Núcleo de Astronomía, Universidad Diego Portales, Santiago, Chile) y Fabian Walter (Instituto Max Planck de Astronomía, Heidelberg, Alemania), llevó a cabo una búsqueda más profunda con cerca de un sexto del total del HUDF. «Hemos realizado la primera búsqueda tridimensional de gas frío en el universo temprano completamente a ciegas», afirma Chris Carilli, (astrónomo del NRAO -Observatorio Nacional de Radioastronomía-, Socorro, Nuevo México, EE.UU.) y miembro del equipo de investigación. «Gracias a esto, hemos descubierto una población de galaxias que no se ve con tanta evidencia en otros estudios profundos del cielo».
El telescopio Hubble observa posibles penachos de vapor de agua siendo emitidos por la luna Europa de Júpiter
29/9/2016 de Hubble site
Esta imagen compuesta muestra los posibles penachos de vapor de agua escapando de la posición correspondiente a las 7 horas desde el limbo de la luna Europa. Las plumas, fotografiadas por el telescopio espacial Hubble, fueron observadas cuando la silueta de la luna pasaba por delante de Júpiter. La alta sensibilidad del Hubble en el ultravioleta permitió ver las estructuras, que alcanzan alturas de más de 160 kilómetros por encima de la superficie helada de Europa. La imagen de Europa superpuesta sobre los datos del Hubble, ha sido compuesta con datos de las misiones Galileo y Voyager. Crédito: NASA, ESA, W. Sparks (STScI), y USGS Astrogeology Science Center.
Un equipo de astrónomos ha observado, con el telescopio espacial Hubble de NASA/ESA, lo que podrían ser penachos de vapor de agua escapando de la superficie de la luna Europa de Júpiter. Este descubrimiento refuerza otras observaciones con el Hubble que sugieren que la luna helada sufre erupciones de chorros de vapor de agua de gran altura. La observación aumenta las posibilidades de que las misiones a Europa puedan tomar muestras de su océano sin tener que perforar a través de kilómetros de hielo.
Se estima que los penachos alcanzan unos 200 kilómetros de altura antes de, se supone, que el material se precipite de nuevo sobre la superficie de Europa. Europa posee un enorme océano global que contiene el doble de agua que todos los océanos de la Tierra, pero que está protegido por una capa de hielo extremadamente dura y fría de grosor desconocido. Los penachos proporcionan una interesante oportunidad de tomar muestras que proceden de debajo de la superficie sin tener que aterrizar o perforar a través del hielo.
Este trabajo aporta nuevas pruebas de la presencia de plumas de vapor de agua en Europa. En 2012, un equipo dirigido por Lorenz Roth (Southwest Research Institute) detectó vapor de agua saliendo de la región polar sur de Europa, alcanzando más de 160 km de altura. Sin embargo, los dos equipos de investigadores no han conseguido todavía detectar penachos simultáneamente utilizando técnicas independientes. Hasta ahora las observaciones sugieren que las plumas podrían ser altamente variables, lo que significaría que pueden aparecer esporádicamente durante algún tiempo y luego desaparecer.
Si se confirman, Europa sería la segunda luna del Sistema Solar que se sabe que tiene penachos de vapor de agua. En 2005, el orbitador Cassini de NASA observó chorros de vapor de agua y polvo escapando de la superficie de la luna Encélado de Saturno.
ALMA capta un “caparazón” estelar con una interesante química
29/9/2016 de ESO
Esta ilustración muestra las moléculas encontradas en un núcleo molecular caliente en la Gran Nube de Magallanes con ALMA. Este núcleo es el primero de estos objetos hallado fuera de la Vía Láctea y tiene una composición química significativamente diferente de los que se encuentran en nuestra propia galaxia. Crédito: FRIS/Tohoku University.
Un equipo japonés de astrónomos, utilizando ALMA, ha descubierto una masa densa y caliente de moléculas complejas que envuelve, como si fuera un caparazón, a una estrella recién nacida. Este singular caparazón molecular caliente es el primero de su clase que ha sido detectado fuera de la galaxia Vía Láctea. Tiene una composición molecular muy diferente a la de otros objetos similares de nuestra propia galaxia, una interesante pista que puede indicarnos que la química que tiene lugar en el universo podría ser mucho más diversa de lo esperado.
Un equipo de investigadores japoneses ha utilizado el poder de ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) para observar una estrella masiva conocida como ST11 situada en nuestra vecina galaxia enana, la Gran Nube de Magallanes (LMC, de Large Magellanic Cloud). Se detectó la emisión de una serie de gases moleculares. Los datos indicaban que el equipo había descubierto una región concentrada de gases moleculares relativamente caliente y denso alrededor de la estrella recién encendida ST11. Esto evidenciaba que habían encontrado algo nunca antes visto fuera de la Vía Láctea: un núcleo molecular caliente (hot molecular core en inglés).
Takashi Shimonishi, un astrónomo en la Universidad de Tohoku (Japón) y autor principal del artículo científico, muestra su entusiasmo: «Es la primera detección de un núcleo molecular caliente extragaláctico y demuestra la gran capacidad de los telescopios de nueva generación para el estudio de los fenómenos astroquímicos más allá de la Vía Láctea».
Las observaciones de ALMA revelaron que este núcleo recién descubierto en LMC tiene una composición muy diferente a otros objetos similares encontrados en la Vía Láctea. Las firmas químicas más prominentes en el núcleo de LMC incluyen moléculas como dióxido de azufre, óxido nítrico y formaldehído — junto con el omnipresente polvo cósmico. Pero el nuevo núcleo molecular caliente detectado tiene abundancias muy bajas de varios compuestos orgánicos, incluyendo metanol (la molécula más simple de alcohol). En cambio, los núcleos estudiados en la Vía Láctea, contienen una amplia variedad de moléculas orgánicas complejas, incluyendo el metanol y el etanol. Takashi Shimonishi, explica: “Las observaciones sugieren que las composiciones moleculares de los materiales que forman estrellas y planetas son mucho más diversas de lo que esperábamos”.
Descubren que Mercurio es tectónicamente activo
29/9/2016 de Planetary Science Institute / Nature Geoscience
A. Un grupo de pequeños saltos de falla con lóbulos en las llanuras entre cráteres de Mercurio. El salto más largo del grupo (señalado por las flechas) tiene unos 4.3 km de longitud. B. Imagen ampliada de el pequeño salto mostrado en A. Fuente: PSI.
Imágenes obtenidas por la nave espacial MESSENGER de NASA muestran formaciones geológicas que indican que probablemente Mercurio se esté contrayendo actualmente, siendo así, junto con la Tierra, uno de los dos planetas con actividad tectónica de nuestro Sistema Solar.
Algunos pequeños saltos de falla que no habían sido detectados con anterioridad han sido observados en imágenes tomadas durante la misión MESSENGER, en órbita alrededor de Mercurio. Durante estos últimos meses de la misión, su altura ha disminuido, permitiendo tomar imágenes de la superficie con resoluciones más altas de lo que había sido posible hasta ahora.
«Estos pequeños saltos de falla son órdenes de magnitud menores, sólo con unos pocos kilómetros de longitud y decenas de metros de relieve, que los saltos en la superficie de Mercurio cuya existencia ya era conocida», comenta Maria Banks (Planetary Science Institute), que ha analizado estas estructuras tectónicas. «Un bombardeo sostenido de meteoroides degrada y destruye rápidamente las estructuras pequeñas como éstas, lo que indica que deben de haberse formado hace poco, relativamente hablando. Su tamaño es comparable al de saltos de falla muy jóvenes identificados en la superficie lunar atribuidos a la contracción de la Luna».
Los saltos de falla tienen el aspecto de acantilados. Otros saltos mayores y más viejos identificados tanto en imágenes de MESSENGER como de Mariner 10 prueban la contracción global de Mercurio mientras su interior se enfría, provocando que la corteza se encoja.
El «corazón» de Plutón arroja luz sobre un posible océano enterrado
29/9/2016 de Brown University / Geophysical Research Letters
El famoso «corazón» de Plutón, la mitad del cual fue creada por un impacto antiguo, ofrece pistas sobre un posible océano subterráneo. Crédito: NASA/APL/SwRI.
Desde que la nave New Horizons de NASA sobrevoló Plutón el año pasado, se han acumulado las pruebas de que el planeta enano podría tener un océano líquido bajo su capa helada. Ahora, creando modelos de la dinámica del impacto que originó un gran cráter en la superficie de Plutón, un equipo de investigadores ha realizado una nueva estimación de lo gruesa que podría ser esa capa líquida.
El estudio, dirigido por el geólogo Brandon Johnson (Brown University) encuentra una alta probabilidad de que existan más de 100 km de agua líquida bajo la superficie de Plutón. La investigación también proporciona una pista sobre la composición de ese océano, sugiriendo que probablemente tenga un contenido en sal similar a la del Mar Muerto.
«Los modelos termales del interior de Plutón y las pruebas tectónicas encontradas en la superficie sugieren que podría existir un océano, pero no es fácil deducir su tamaño ni nada más sobre él», comenta Johnson. «Hemos sido capaces de poner algunos límites a su grosor y conseguir algunas pistas sobre su composición».
La investigación se ha centrado en Sputnik Planum, una cuenca de 900 kilómetros de ancho que conforma el lóbulo occidental del famoso «corazón» descubierto durante el paso de New Horizons. La cuenca parece haber sido creada por un impacto, probablemente un objeto de 200 km de diámetro o mayor.
Curiosity encuentra pruebas de que la corteza de Marte contribuye a su atmósfera
30/9/2016 de JPL / Earth and Planetary Science Letters
Procesos químicos ocurridos en la superficie de Marte pueden explicar por qué ciertos isótopos de xenón y kriptón son más abundantes en la atmósfera marciana de lo esperado. Los rayos cósmicos que chocan contra los átomos de bario o bromo pueden alterar las proporciones entre los isótopos de xenón y kriptón. Crédito: NASA/GSFC/JPL-Caltech.
El róver Curiosity de NASA ha encontrado pruebas de que la química del material de la superficie de Marte contribuyó dinámicamente a la composición de su atmósfera con el paso del tiempo. Es otra prueba de que la historia de la atmósfera del planeta Rojo es más compleja e interesante que una simple pérdida.
El conjunto de instrumentos SAM del róver estudió los gases xenón y kriptón de la atmósfera de Marte. Los dos gases pueden utilizarse como trazadores que ayudan a los científicos a investigar la evolución y erosión de la atmósfera marciana. Mucha información acerca del xenón y el kriptón de la atmósfera de Marte procedía de análisis de meteoritos marcianos y de medidas realizadas por la misión Viking.
Para los científicos tienen un interés particular las proporciones entre ciertos isótopos (o variantes químicas) del xenón y el kriptón . El equipo de SAM realizó una serie de experimentos únicos para medir todos los isótopos de xenón y kriptón de la atmósfera marciana.
En conjunto, el análisis coincidía con los estudios anteriores, pero algunas proporciones entre isótopos eran un poco diferentes a lo esperado. Cuando buscaban una explicación para estas diferencias, sutiles pero importantes, los investigadores se dieron cuenta de que debió de producirse la transferencia de neutrones de un elemento químico a otro en el material de la superficie de Marte. Este proceso se conoce como captura de neutrones, y explicaría por qué unos pocos isótopos seleccionados eran más abundantes de lo que se pensaba posible. En particular, parece como si algunos de los neutrones liberados por el bario hubieran sido atrapados por el xenón, para producir niveles más altos de lo esperado de los isótopos xenón-124 y xenón-126. De manera similar, el bromo podría haber proporcionado algunos de sus neutrones para producir niveles inusuales de kriptón-80 y kriptón-82.
Resuelven un debate sobre los electrones «asesinos» del espacio
30/9/2016 de UCLA / Nature Communications
Una visualización del ambiente magnético que rodea la Tierra. Crédito: Martin Rother/GFZ Research Centre for Geosciences.
Nuevos descubrimientos realizados por un equipo de investigadores internacional dirigido por científicos de la Universidad de California en Los Ángeles responde una pregunta fundamental sobre nuestro ambiente espacial y ayudará a los científicos a desarrollar métodos para proteger valiosos satélites de navegación y telecomunicaciones.
Utilizando medidas del primer satélite estadounidense que viajó al espacio, el Explorer 1, el físico James Van Allen descubrió en 1958 que el espacio es radiactivo. La Tierra está rodeada por dos anilos con forma de dónut de radiación de partículas cargadas, un anillo interior de electrones de alta energía e iones positivos y un anillo exterior de electrones de alta energía.
Las partículas que son más peligrosas para las naves espaciales son los electrones relativistas y ultrarrelativistas. Estos últimos, también llamados «electrones asesinos», son especialmente peligrosos y pueden penetrar los sistemas más protegidos y valiosos del espacio, según afirma Yuri Shprits (UCLA), que ha dirigido la investigación. Aunque es posible proteger los satélites de las partículas relativistas, escudarlos de las ultrarrelativistas es prácticamente imposible.
Comprender la dinámica de estas partículas ha sido un gran reto para los científicos desde que Van Allen descubriera la radiación espacial. La medición detallada de los investigadores ha demostrado ahora que las ondas de ciclotrón de iones electromagnéticas desvían partículas hacia la atmósfera, afectando sólo a los electrones ultrarrelativistas, no a las partículas relativistas. «Nuestro descubrimiento resuelve una pregunta científica fundamental sobre nuestro ambiente espacial y puede ayudar a desarrollar métodos de limpieza de la radiación dañina de los cinturones de radiación y hacer que el ambiente alrededor de la Tierra sea más benevolente para los satélites», afirma Shprits.
Brazos espirales: no sólo en galaxias
30/9/2016 de Max Planck Institute for Radio Astronomy (MPIfR)
Imagen en el infrarrojo de la región de formación de estrellas Rho Ophiuchi, a una distancia de 450 años-luz (izquierda). La imagen de la derecha muestra la emisión térmica del polvo procedente del disco protoplanetario que rodea la joven estrella Elias 2-27. Crédito: NASA/Spitzer/JPL-Caltech/WISE-Team (imagen izquierda), B. Saxton (NRAO/AUI/NSF); ALMA (ESO/NAOJ/NRAO), L. Pérez (MPIfR) (imagen derecha).
Un equipo de astrónomos ha descubierto una estructura que tiene brazos espirales en el disco de gas y polvo que rodea la joven estrella Elias 2-27. Aunque se han observado estructuras espirales en las superficies de los discos protoplanetarios, estas nuevas observaciones, del observatorio ALMA en Chile, son las primeras en revelar que estas espirales se producen en el plano medio del disco, la región donde tiene lugar la formación de planetas. Esto es importante para la formación planetaria: estructuras como éstas podrían indicar la presencia de un planeta recién formado o crear las condiciones necesarias para que se forme un planeta. Por tanto, estos resultados son un paso crucial para comprender mejor cómo llegaron a existir sistemas planetarios como el nuestro.
Los investigadores, dirigidos por Laura Pérez (Max Planck Institute for Radio Astronomy, MPIfR) han obtenido la primera imagen de una estructura espiral observada en emisión de polvo térmica procedente de un disco protoplanetario, el lugar de nacimiento potencial de un nuevo Sistema Solar. Estas estructuras se piensa que juegan un papel clave en permitir que se formen planetas alrededor de estrellas jóvenes. Los investigadores utilizaron el observatorio internacional ALMA para tomar imágenes del disco alrededor de la joven estrella Elias 2-27, en la constelación de Ofiuco, a una distancia de 450 años-luz de la Tierra.
Estas nuevas observaciones son de interés especial para cualquiera que esté interesado en la formación de planetas. Sin estas estructuras, ¡los planetas podrían no ser capaces ni de formarse! La explicación es como sigue: en un disco liso, los planetas solo pueden crecer paso a paso. Las partículas de polvo que están en el gas del disco ocasionalmente chocan y se juntan, y por colisiones sucesivas, se forman partículas mayores, granos y, al final, cuerpos sólidos. Pero tan pronto como estos cuerpos alcanzan un tamaño de alrededor de un metro, arrastrados por el gas de los alrededores en el disco, migran hacia el interior, hacia la estrella, en un plazo de 1000 años o menos. El tiempo necesario para que estos cuerpos adquieran masa suficiente por colisiones sucesivas para no ser arrastrados por el gas es mucho más largo que eso.
¿Cómo pueden entonces formarse cuerpos de más de un metro? Hay varios mecanismos posibles que permitirían que las rocas primordiales crecieran más con mayor rapidez, hasta alcanzar el tamaño en el que la atracción mutua las convierte en planetas. «Las espirales observadas en Elias 2-27 son la primera prueba directa de los frentes de choque de las ondas de densidad espirales en un disco protoplanetario», comenta Pérez. «Demuestran que son posibles las inestabilidades dentro del disco, lo que puede conducir a fuertes inhomogeneidades del disco y más formación de planetas». Estas inestabilidades no están confinadas a la escala de la formación de planetas. De hecho, el mejor ejemplo conocido son las ondas de densidad de las galaxias de disco, que crean brazos espirales espectaculares en las galaxias espirales.
El gran finale de Rosetta
30/9/2016 de ESA
Ilustración de artista de Rosetta poco antes de chocar contra el cometa Comet 67P/Churyumov–Gerasimenko el 30 de septiembre de 2016. Crédito: ESA/ATG medialab.
Rosetta completará su histórica misión con un descenso controlado sobre la superficie de su cometa hoy 30 se de septiembre, con el final de la confirmación de la misión alrededor de las 13:20 CEST (11:20 UTC).
A las 10:00 CEST han sido enviadas las últimas órdenes a la nave para ajustar su apuntado, en base a las imágenes tomadas poco antes de la maniobra de colisión. También se ha podido conocer el momento en que tocará tierra, las 12:38 CEST (10:38 UTC).
La transmisión en directo se iniciará alrededor de las 12:00 CEST vía rosetta.esa.int, https://livestream.com/ESA/rosettagrandfinale y la página de Facebook de la ESA, con actualizaciones de los controladores de misión en directo desde el Centro de Operaciones Espaciales Europeo en Darmstadt (Alemania).