Revelan misterios del polvo cósmico
1/10/2014 de Argonne National Laboratory / Science
El primer análisis de polvo espacial recogido por un colector especial a bordo de la misión Stardust de NASA, enviado de regreso a la Tierra para su estudio en 2006, sugiere que estas diminutas moléculas abren la puerta al estudio de los orígenes del sistema solar y, posiblemente, del origen de la propia vida.
Es la primera vez que se han empleado fuentes de luz de sincrotrón para mirar las partículas microscópicas capturadas a lo largo del camino de un cometa. Los análisis han demostrado que el polvo, que probablemente se originó más allá de nuestro Sistema Solar, tiene una composición y estructura más complejas de lo que se había imaginado.
Los investigadores han encontrado dos grandes partículas de polvo que tienen una composición suave, parecida a la de un copo de nieve, según Andrew Westphal (Universidad de California). Los modelos de partículas de polvo interestelares habían sugerido una sola partícula densa, así que esta estructura más ligera ha sido inesperada. También contienen material cristalino llamado olivina, un mineral compuesto por magnesio, hierro y silicio, que sugiere que las partículas proceden de discos o material expulsado de otras estrellas, y que fueron modificadas en el medio interestelar.
Otras tres partículas muestran estructuras complejas y contienen compuestos de azufre, que algunos astrónomos pensaban que no podía estar presente en partículas de polvo interestelar. El estudio de otras partículas similares podría explicar esta discrepancia. «La mayor prioridad es medir la abundancia relativa de tres isótopos estables del oxigeno», comenta Westphal. El análisis de isótopos podría confirmar que el polvo se originó fuera del sistema solar, pero es un proceso que destruiría las preciosas muestras.