Redirigiendo asteroides
18/2/2014 de JPL
Hace un año, el 15 de febrero de 2013, el mundo fue testigo de los peligros que encierran los objetos cercanos a la Tierra (NEOS, de sus siglas en inglés) cuando un asteroide relativamente pequeño entró en la atmósfera de la Tierra explotando sobre Chelyabinsk, Rusia, emitiendo más energía que una gran bomba atómica. El seguimiento de los asteroides cercanos a la Tierra ha sido una tarea importante para NASA y la comunidad astronómica en general, que ha descubierto 10713 objetos conocidos cercanos a la Tierra hasta la fecha.
NASA persigue ahora nuevas colaboraciones en lo que ha llamado Grand Asteroid Challenge para acelerar el trabajo ya existente de defensa planetaria de NASA, que ayudará a identificar amenazas de asteroides para la población humana y saber qué hacer al respecto. En paralelo, NASA está desarrollando la misión Asteroid Redirect Mission (ARM), la primera misión que identificará, capturará y redirigirá un asteroide a una órbita segura alrededor de la Luna para su exploración futura por astronautas en la década de 2020.
ARM empleará tecnología que está en desarrollo, incluyendo la nueva nave espacial Orion y el cohete Space Launch System (SLS) y propulsión eléctrica solar de gran potencia. Todos ellos son componentes críticos para la exploración del espacio profundo y esenciales para conseguir el objetivo de NASA de enviar humanos a Marte en la década de 2030. La misión representa un logro tecnológico sin precedentes, elevando el límite para la exploración y el descubrimiento humanos, al tiempo que ayuda a proteger nuestro planeta y a acercarnos a una misión humana a uno de estos intrigantes objetos.