Reciclando la orina de los astronautas para obtener energía y agua para beber
10/4/2014 de American Chemical Society
En la cara menos glamourosa de la exploración espacial se encuentra el problema más práctico de los desperdicios, en particular, qué hacer con el pipí de los astronautas. Pero en lugar de echarlo al espacio, los científicos están desarrollando una nueva técnica que puede transformar esta basura molesta en un regalo, convirtiéndola en combustible y la muy necesaria agua para beber. El trabajo podría también inspirar nuevos modos de tratamiento de las aguas residuales municipales.
Eduardo Nicolau, Carlos R. Cabrera y sus colaboradores señalan que el desperdicio humano en viajes espaciales de larga duración supone cerca de la mitad de la basura total de la misión. Reciclar es de suma importancia para mantener un ambiente limpio para los astronautas. Y cuando los suministros de agua a bordo se agotan, la orina tratada puede ser una fuente de agua potable esencial, que si no es así, habría de ser transportada desde la Tierra a un coste enorme. Investigaciones anteriores habían demostrado que un proceso de tratamiento de agua residual llamado ósmosis forzada, en combinación con una célula de combustible, puede generar electricidad. El equipo de Nicolau decidió partir de estos descubrimientos iniciales para solucionar los retos que supone tratar la orina en el espacio.
Recogieron orina y agua residual de la ducha y la procesaron empleando ósmosis forzada, un modo de filtrar los contaminantes de la urea, uno de los principales componentes de la orina, y agua. Su nuevo sistema electroquímico biorreactor de urea (UBE) convirtió de modo eficiente la urea en amoníaco en su biorreactor, y luego transformó el amoníaco en energía con su célula de combustible. El sistema fue diseñado pensando en una misión espacial, pero «los resultados mostraron que el sistema UBE podría ser utilizado por cualquier sistema de tratamiento de aguas residuales que contengan urea y/o amoníaco», concluyen los investigadores.