Predicen fuegos artificiales en un raro encuentro estelar en 2018
3/7/2015 de NASA / Monthly Notices of the Royal Astronomical Society
Ilustración de artista del púlsar J2032+4127 atravesando el disco de material que rodea a su compañera, una estrella de tipo Be llamada MT91 213, que tiene 15 veces la masa de nuestro Sol. Fuente: NASA.
Los astrónomos están preparándose para unos fuegos artificiales de alta energía a principios de 2018, cuando un remanente estelar del tamaño de una ciudad se encuentre con una de las estrellas más brillantes de nuestra Galaxia. El espectáculo de luz cósmica se producirá cuando un púlsar descubierto por el telescopio espacial de rayos gamma Fermi de NASA pase junto a su estrella compañera. Los científicos planean una campaña global para observar el evento desde longitudes de onda de radio a los rayos gamma de mayor energía detectables.
El púlsar, conocido como J2032+4127 (J2032 para abreviar), es el núcleo comprimido de una estrella masiva que explotó como una supernova. Es una bola magnética de unos 20 kilómetros de diámetro, que pesa casi el doble de la masa del Sol y gira siete veces por segundo. El giro rápido de J2032 y su potente campo magnético producen juntos un efecto de haz de faro detectable cuando nos barre.
«Hemos detectado cambios extraños en la rotación y el ritmo al que la rotación se frena [en J2032], comportamiento que no hemos observado en ningún otro púlsar aislado», afirma Andrew Lyne, profesor de física de la Universidad de Manchester. «Al final nos hemos dado cuenta de que estas peculiaridades eran provocadas por el movimiento alrededor de otra estrella, lo que los convierte en el sistema binario de mayor periodo que contiene un radio púlsar».
La estrella masiva que atrae al púlsar se llama MT91 213. Clasificada como estrella Be, posee 15 veces la masa del Sol y brilla 10000 veces más. Las estrellas Be expulsan grandes cantidades de materia en forma de vientos estelares y se encuentran envueltas por grandes discos de gas y polvo.
Siguiendo una órbita alargada que dura 25 años, el púlsar pasa por el punto más cercano a su compañera una vez en cada circuito. Rozando a su compañera a principios de 2018, el púlsar se zambullirá a través del disco que la rodea y provocará los fuegos artificiales astrofísicos. Servirá a los astrónomos para ayudarles a medir la gravedad de la estrella masiva, el campo magnético, el viento estelar y las propiedades del disco.