Por arte de magia: restaurando pinturas con tecnología espacial
23/2/2011 de NASA
Imagine una pintura sin precio que ha sido arruinada por un terrible fuego. La hermosa pintura, cuidadosamente realizada aplicando multitud de colores, está oscurecida por capas de hollín oscuro. Una pieza maestra que parece irremisiblemente destruida.
Pero no todo se ha perdido. La pintura es colocada en una cámara de vacío y una potente sustancia invisible llamada oxígeno atómico se crea dentro de la cámara. Con el paso de las horas o los días, lenta pero inexorablemente, la suciedad se disuelve, y los colores empiezan a reemerger. Con un toque de spray de barniz claro recién aplicado, la pintura regresa a su gloria.
Puede parecer magia pero se trata de ciencia. Un método científico desarrollado por los investigadores de NASA en el Centro de Investigaciones Glenn de NASA utiliza oxígeno atómico para salvar y restaurar piezas de arte que habrían resultado irremediablemente dañadas. Puede también esterilizar completamente implantes quirúrgicos destinados a cuerpos humanos, reduciendo de forma dramática el riesgo de inflamación. Puede mejorar los instrumentos que monitorizan la glucosa en pacientes diabéticos, utilizando una fracción de la cantidad de sangre que se necesitaba antes para controlar su enfermedad. Puede dar textura a los polímeros para invitar a que se adhieran células de los huesos, posibilitando varios avances médicos.
Inicialmente, a los científicos del Centro de Investigaciones Glen de NASA se les encargó que investigaran el daño que el oxígeno atómico provocaba en las naves espaciales de NASA. Los investigadores no sólo inventaron métodos para proteger las naves del oxígeno atómico; también descubrieron un modo de controlar el potencial destructivo del oxígeno atómico y utilizarlo para beneficio de la vida en la Tierra.