Pillan un joven sistema estelar en el momento de crear múltiples estrellas cercanas
27/10/2016 de NRAO / Nature
Imagen de ALMA del sistema L1448 IRS3B con dos estrellas jóvenes en el centro y una tercera alejada de ellas. La estructura espiral del disco de polvo que las rodea indica inestabilidad del disco, según los astrónomos. Crédito: Bill Saxton, ALMA (ESO/NAOJ/NRAO), NRAO/AUI/NSF.
Por primera vez, un equipo de astrónomos ha observado un disco polvoriento de material alrededor de una estrella que está fragmentándose en un sistema múltiple. Los científicos sospechaban de la existencia de un proceso así, causado por inestabilidades gravitatorias, pero observaciones nuevas con ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) y VLA (Karl G. Jansky Very Large Array) han mostrado el proceso en acción.
«Este trabajo nuevo apoya directamente la conclusión de que hay dos mecanismos que producen sistemas múltiples de estrellas: la fragmentación de discos circunestelares, como el que vemos aquí, y la fragmentación de la nube de gas y polvo mayor a partir de la cual se forman las estrellas jóvenes», comenta John Tobin (University of Oklahoma y Leiden Observatory).
Las estrellas se forman en nubes gigantes de gas y de polvo, cuando el material tenue de las nubes colapsa gravitacionalmente formando núcleos más densos que empiezan a atraer material adicional hacia su interior. El material que cae forma un disco en rotación alrededor de la joven estrella. Al final, la estrella reúne masa suficiente para alcanzar las temperaturas y presiones en su centro que dispararán las reacciones termonucleares.
Los estudios anteriores habían indicado que los sistemas de estrellas múltiples tienden a tener estrellas compañeras relativamente cerca, a unas 500 veces la distancia de la Tierra al Sol, o significativamente separadas entre sí, más de 1000 veces dicha distancia. Los astrónomos concluyeron que las diferencias en distancia son resultado de distintos mecanismos de formación. Los sistemas más separados, decían que se forman cuando los fragmentos más grandes de la nube sufren turbulencias, y observaciones recientes han corroborado esa idea.
Los sistemas más cercanos se pensaba que son producto de la fragmentación del disco más pequeño que rodea a una joven protoestrella, pero esa conclusión estaba basada principalmente en la relativa proximidad entre las estrellas compañeras. «Ahora hemos visto esa fragmentación del disco en marcha», afirma Tobin.