Observan en profundidad una gran tormenta en Saturno
20/5/2011 de ESO / Science
El Very Large Telescope (VLT) de ESO unió fuerzas con la sonda Cassini de NASA para estudiar, con un nivel de detalle nunca antes alcanzado, una singular tormenta en la atmósfera del planeta Saturno. El nuevo estudio, realizado por un equipo internacional de astrónomos, aparece publicado en la revista Science.
La atmósfera del planeta Saturno es normalmente tranquila y apacible. Sin embargo, una vez en su año (que equivale a unos treinta años terrestres), cuando la primavera se acerca al hemisferio norte del planeta gigante, algo se agita bajo las nubes, provocando una dramática perturbación en todo el planeta.
La última de estas tormentas fue detectada en Diciembre de 2010 por el instrumento de radio y plasma de la sonda Cassini de NASA, en órbita alrededor del planeta, y astrónomos aficionados pudieron monitorearla. Finalmente fue estudiada en gran detalle usando la cámara infrarroja VISIR del Very Large Telescope (VLT) de ESO en Cerro Paranal, en Chile, en conjunto con observaciones obtenidas con el instrumento CIRS de la sonda Cassini.
Se trata de la sexta de estas grandes tormentas detectada desde 1876, pero es la primera que ha podido ser estudiada en infrarrojo térmico –que permite ver las variaciones de temperatura en el interior de la tormenta en Saturno– y la primera observada por una sonda espacial.
“Esta perturbación en el hemisferio norte de Saturno ha creado una gigantesca, violenta y compleja erupción de material brillante desde las nubes, que se ha esparcido hasta rodear todo el planeta”, explica Leigh Fletcher (Universidad de Oxford, Reino Unido), autor principal del nuevo estudio. “Tener el VLT y Cassini investigando al mismo tiempo esta tormenta nos ofrece una gran oportunidad para poner las observaciones de Cassini en un contexto. Los estudios previos de estas tormentas solo habían podido utilizar la luz reflejada del Sol, pero ahora, al observar la luz infrarroja térmica por primera vez, podemos revelar regiones ocultas de la atmósfera y medir los cambios realmente sustanciales en temperatura y vientos asociados con este evento”.
La tormenta pudo haberse originado en las profundidades de las nubes de agua, donde un fenómeno parecido a las tormentas eléctricas desencadenó la creación de una gigantesca columna de convección: así como el aire caliente tiende a subir dentro de una habitación con calefacción, esta masa de gas se desplazó hacia arriba, empujando la normalmente serena atmósfera exterior de Saturno. Estas grandes perturbaciones interactúan con el viento que circula hacia el este y oeste, causando dramáticos cambios de temperatura en la parte superior de la atmósfera.
“Nuestras nuevas observaciones muestran que la tormenta tiene un efecto enorme en la atmósfera: transporta energía y material a través de grandes distancias, modifica los vientos atmosféricos –creando corrientes de material eyectado y torbellinos gigantes– y perturba el lento cambio de estaciones en Saturno”, agrega Glenn Orton (Jet Propulsion Laboratory, Pasadena, Estados Unidos), otro integrante del equipo.