Observaciones de Ceres indican que los asteroides podrían estar camuflados
23/1/2017 de SETI Institute
La superficie de Ceres está contaminada por una cantidad significativa de material seco, mientras que el área bajo la corteza contiene esencialmente materiales con agua. Ls observaciones en el infrarrojo medio con SOFIA revelaron la presencia de piroxeno en la superficie, probablemente procedente de partículas de polvo interplanetario. Fuente: SETI Institute.
El aspecto de los cuerpos menores del sistema solar exterior podría ser engañoso. Los asteroides y planetas enanos podrían estar camuflados con una capa exterior de material que realmente procede de otro lugar.
Utilizando datos reunidos inicialmente por SOFIA (Stratospheric Observatory for Infrared Astronomy, NASA) un equipo de astrónomos ha detectado la presencia de cantidades sustanciales de material en la superficie de Ceres que parecen ser fragmentos de otros asteroides. Esto va en contra de la clasificación de Ceres como asteroide de tipo C, comúnmente aceptada, en base a la composición de la superficie, sugiriendo que el mayor cuerpo del cinturón de asteroides podría estar cubierto por material que ha ocultado parcialmente su composición real.
“Hemos descubierto que hasta una profundidad de unas pocas micras, la superficie se halla cubierta por partículas secas”, explica Franck Marchis. “Pero no proceden del propio Ceres. Son los escombros de impactos entre asteroides que probablemente tuvieron lugar hace decenas de millones de años”. “Analizando ls propiedades espectrales de Ceres hemos detectado una capa de partículas finas de un silicato seco llamado piroxeno. Los modelos de Ceres basados en datos recogidos por Dawn de NASA y otros telescopios desde tierra indican cantidades sustanciales de minerales con agua, como arcillas y carbonatos”, explica Pierre Vernazza (Laboratoire d’Astrophysique de Marseille).
Para identificar la procedencia del piroxeno en la superficie de Ceres, Vernazza y sus colaboradores se fijaron en las partículas de polvo interplanetarias que se observan habitualmente en forma de meteoros cuando chocan contra la atmósfera de la Tierra. Probablemente, un recubrimiento de este tipo de partículas ha hecho que el color de Ceres sea similar al de algunos de sus asteroides vecinos secos y rocosos. Esto había conducido a los científicos a clasificarlo como de clase “C”, al igual que esos asteroides. Pero los datos de SOFIA demuestran que Ceres difiere sustancialmente de los asteroides de tipo C que se hallan en órbitas cercanas, poniendo en duda la relación que se había supuesto entre Ceres y los asteroides más pequeños.