Nuevas investigaciones muestran que sucesos como el del asteroide en Rusia pueden ocurrir con mayor frecuencia
8/11/2013 de Western University Ontario / Nature
Investigando el asteroide que detonó sobre Chelyabinsk, Rusia, a principios de este año, un equipo internacional de investigadores, incluyendo miembros del Centre for Planetary Science and Exploration (CPSX), de Western University, ha realizado descubrimientos que cambiarán drásticamente los modelos acerca de la frecuencia de tales eventos y el daño potencial que podrían causar. Los resultados del estudio de ocho meses han sido publicados en la revista Nature, la revista interdisciplinaria con mayor nivel de citaciones, en dos artículos.
El equipo internacional estima que la energía total del suceso, que destruyó miles de ventanas en Chelyabinsk, fue el equivalente a una explosión de alrededor de 500 kilotones de TNT. En el momento de máximo brillo, la explosión aérea pareció ser más de 30 veces más brillante que el Sol. Los autores muestran que los modelos actuales para estimar el daño de las explosiones aéreas en las circunstancias del impacto de Chelyabinsk no coinciden con estas observaciones. Sugieren que muchos objetos con diámetros de decenas de metros que impactan contra la Tierra podrían ser varias veces mayores de lo que se pensaba.
«Los modelos existentes predicen que sucesos como el asteroide de Chelyabinsk podrían golpear cada 120 a 150 años, pero nuestros datos muestran que la frecuencia puede estar más cerca de cada 30 a 40 años», explica Peter Brown,director del CPSX. «Es una gran sorpresa. Cuando ocurrió Chelyabinsk, no habría esperado nunca ver un objeto suficientemente grande como para causar daño en tierra. Esto está completamente fuera de lo que pensábamos posible durante nuestras vidas, basándonos en las estadísticas anteriores. Nuestras estadísticas ahora sugieren que este tipo de suceso probablemente ocurre con mayor frecuencia».
Según el estudio, la órbita del asteroide de Chelyabinsk parece similar a la de otro asteroide que ha pasado cerca de la Tierra – el asteroide 86039 (1999 NC43) – lo que sugiere que ambos fueron en el pasado parte de un mismo objeto. El tiempo de llegada de las explosiones sónicas secundarias que se escuchan en los vídeos fue empleado también para localizar puntos de fragmentación, y calcular que el asteroide se rompió en fragmentos pequeños a una altura de entre 30 y 45 kilómetros sobre el suelo.