Nebulosa Abell 39 desde Aras de los Olmos
(versiones: 1024×1024, 2048×2048, 4096×4096)
Hoy publicamos el último trabajo de nuestro astrofotógrafo Vicent Peris: una fotografía de la nebulosa planetaria Abell 39, situada a una distancia de 6.800 años luz en dirección a la constelación de Hércules. Para obtener esta fotografía ha sido necesario un tiempo de exposición de 111 horas y se han utilizado dos telescopios del Observatorio de Aras de los Olmos (OAO): el telescopio de 50 cm y el nuevo instrumento de gran campo Skywalker.
Esta nebulosa planetaria, de 22.000 años de antigüedad, es una de las más grandes conocidas, con un diámetro de 5 años luz. La fotografía que os mostramos, sin embargo, gracias a su tiempo de exposición tan prolongado, consigue desvelar un débil halo externo que casi duplica el tamaño de la nebulosa que hasta ahora dábamos por válido, llegando en la fotografía hasta una extensión 9.7 años luz.
La fotografía también emplea una nueva técnica que utiliza el nuevo telescopio Skywalker como instrumento de referencia para corregir artefactos en la imagen del telescopio de 50 cm. Dicha técnica la podemos ver descrita en un artículo del autor en la web de PixInsight. [enlace al artículo: https://pixinsight.com/tutorials/multiscale-gradient-correction/index.html ] El telescopio Skywalker, instalado recientemente en el OAO con el soporte de los fondos FEDER, está destinado a la investigación de objetos de bajo brillo superficial como las corrientes de estrellas que giran alrededor de las galaxias. Utilizado junto con el 50 cm, consigue aumentar la fiabilidad de la imagen de este último, y abre las puertas a nuevas líneas de investigación en el Observatorio. En este caso, la utilización de estas técnicas de imagen han conseguido revelar las débiles y difusas nebulosas que se extienden por todo el campo de la imagen. Estos objetos, que son comunmente llamados cirros galácticos, son nebulosas de polvo que están situadas en primer plano, y son muy difíciles de fotografiar debido a su tenue y difusa luz, que es muy propensa a desvirtuarse por los defectos de cualquier sistema óptico. En la siguiente fotografía de gran campo, obtenida con el telescopio Skywalker, podemos ver la misma nebulosa a menor aumento y el conglomerado de cirros galácticos a su alrededor:
(versiones: 1500×827, 3000×1653)
Junto con los cirros galácticos situados en primer plano, también podemos distinguir a lo largo y ancho de la fotografía numerosas galaxias, muchas veces agrupadas en cúmulos, que se sitúan en el fondo, miles de veces más lejanas que la nebulosa que protagoniza la composición. Muchas de estas galaxias son tan lejanas que el efecto de corrimiento al rojo de la luz debido a la expansión del universo hace que sólo puedan verse como fuentes de luz en la zona del rojo y el infrarrojo del espectro electromagnético. Estas galaxias remotas las podemos ver como diminutos puntos completamente rojos repartidos por toda la fotografía. A pesar de que la fotografía astronómica carece de perspectiva, el color puede darnos desde un punto de vista conceptual la noción de distancia con el que poder convertir una representación bidimensional en una maravillosa vista con profundidad tridimensional.