MUSE revela la verdadera historia que se esconde tras un choque galáctico
10/11/2014 de ESO
En esta fotografía de la galaxia ESO 137-001, los colores muestran los movimientos de los filamentos de gas — el rojo significa que el material se está alejando de la Tierra y el azul que se aproxima. Fuente: ESO/M. Fumagalli
MUSE, el nuevo instrumento del VLT (Very Large Telescope) de ESO, ha proporcionado a los investigadores la mejor panorámica de un espectacular accidente cósmico. Las nuevas observaciones revelan, por primera vez, el movimiento del gas a medida que es arrancado de la galaxia ESO 137-001 y devorado, a gran velocidad, por un enorme cúmulo de galaxias. Los resultados son la clave para solucionar un antiguo misterio: por qué se desactiva la formación estelar en los cúmulos de galaxias.
Este equipo de investigadores, dirigido por Michele Fumagalli, del Grupo de Astronomía Extragaláctica y del Instituto de Cosmología Computacional de la Universidad de Durham, ha sido de los primeros en utilizar el instrumento MUSE (Multi Unit Spectroscopic Explorer) de ESO, instalado en el VLT. Observando a ESO 137-001, una galaxia espiral que se encuentra a una distancia de 200 millones de años luz, en la constelación austral de Triangulum Australe (el triángulo meridional), han sido capaces de obtener las mejores vistas obtenidas hasta el momento de lo que le está ocurriendo exactamente a la galaxia a medida que se precipita dentro del cúmulo de Norma.
MUSE ofrece a los astrónomos, no solo una imagen, sino que proporciona un espectro — o una banda de colores — para cada pixel de la imagen. Con este instrumento, los investigadores obtienen unos 90.000 espectros cada vez que miran a un objeto, logrando un mapa asombrosamente detallado de los movimientos y otras propiedades de los objetos observados.
A ESO 137-001 le están robando su materia prima mediante un proceso llamado “barrido por presión cinética” (ram-pressure stripping), que ocurre cuando un objeto se mueve a gran velocidad a través de un líquido o gas. Un símil podría ser cómo el aire tira hacia atrás del pelo (y la cara) de un perro cuando saca cabeza por la ventanilla de un coche en movimiento. En este caso, el gas, en forma de fina capa, forma parte de una enorme nube caliente que envuelve al cúmulo de galaxias en el que está cayendo ESO 137-001, a varios millones de kilómetros por hora. La galaxia está siendo despojada de la mayor parte de su gas, el combustible necesario para fabricar la próxima generación de jóvenes estrellas azules.