Los radioastrónomos observan un agujero negro que ha regresado a la vida
13/7/2015 de Royal Astronomical Society
Imagen óptica de la galaxia con un anillo polar NGC 660, tomada con el espectrógrafo multiobjeto de Gemini en el telescopio Frederick C. Gillett Gemini North en agosto de 2012. Crédito: Gemini Observatory / AURA.
A 42 millones de años-luz de distancia, con 20 millones de veces la masa de nuestro Sol y regresando a la vida. Un equipo de radioastrónomos dirigido por la doctora Megan Argo del Centro de Astrofísica de Jodrell Bank está observando el despertar de un agujero negro previamente adormecido a través del vistoso espectáculo debido a la caída de material hacia él por primera vez, quizás, en millones de años.
Casi todas las galaxias, incluyendo la nuestra, parecen tener un agujero negro en su centro. La mayor parte del tiempo está tranquilo, siendo solamente su invisible atracción gravitatoria la que conforma sus alrededores. Pero en un 10% de las galaxias, su agujero negro es mucho más activo, tragando material y expulsando chorros de materia gigantescos. Por primera vez, el nuevo estudio proporciona datos convincentes de la puesta en marcha de esta fase activa en un agujero negro situado en el centro de la galaxia NGC 660, a 42 millones de años-luz de distancia, en la constelación de Piscis.
NGC 660 es un asombroso ejemplo de galaxia con un anillo polar. Como la mayoría de las galaxias, posee un grueso disco de estrellas y gas. Pero NGC 660 también alberga un anillo mucho mayor y menos denso de estrellas y nubes más pequeñas formadoras de estrellas, en órbita sobre sus polos. Este anillo adicional se piensa que son los restos de un encuentro con otra galaxia que perturbó ambos sistemas.
Las nuevas imágenes en radio muestran una nueva fuente en radio, muy luminosa, en el centro de NGC 660, justo donde se espera encontrar el agujero negro central. La doctora Argo afirmó: «Se conocen muchos ejemplos de galaxias con agujeros negros activos, a menudo con grandes chorros de material extendiéndose a lo largo de millones de años-luz hacia el espacio intergaláctico. Pero NGC 660 es especial – por primera vez podemos ver cómo empieza a aumentar su actividad».