Las primeras observaciones de SEPIA
5/11/2015 de ESO
Un nuevo instrumento acoplado al telescopio de 12 metros APEX llamado SEPIA detectará las débiles señales del agua y de otras moléculas dentro de la Vía Láctea, en otras galaxias cercanas y en el universo temprano. Crédito: ESO/Sascha Krause.
Un nuevo instrumento, acoplado al telescopio de 12 metros APEX (Atacama Pathfinder Experiment), instalado a 5.000 metros sobre el nivel del mar, en la Cordillera de los Andes (Chile), está abriendo una ventana a un universo previamente inexplorado. SEPIA (siglas de Swedish–ESO PI receiver for APEX ) detecta las débiles señales del agua y de otras moléculas dentro de la Vía Láctea, en otras galaxias cercanas y en el universo temprano.
Instalado en APEX a principios de este año, el instrumentos SEPIA es sensible a la luz con longitudes de onda de entre 1,4 y 1,9 milímetros. Las excepcionales condiciones de observación que ofrece la meseta de Chajnantor, un lugar extremadamente seco en el norte de Chile, implican que, aunque el vapor de agua de la atmósfera bloquee la luz en la mayoría de los lugares en la tierra, SEPIA es capaz de detectar esas débiles señales procedentes del espacio.
Esta región de la longitud de onda es de gran interés para los astrónomos, ya que en ella se encuentran señales procedentes del agua en el espacio. El agua es un importante indicador de muchos procesos astrofísicos, incluyendo la formación de estrellas, y se cree que juegan un papel fundamental en el origen de la vida. Se espera que el estudio del agua en el espacio —en nubes moleculares, en regiones de formación estelar e incluso en cometas del Sistema Solar —proporcione pistas esenciales para comprender el papel del agua en la Vía Láctea y en la historia de la Tierra. Además, la sensibilidad de SEPIA lo convierte en una potente herramienta para detectar también monóxido de carbono y carbono ionizado en galaxias del universo temprano.
Durante el año 2015 se ha utilizado el nuevo receptor SEPIA, instalado en APEX, para hacer observaciones astronómicas de prueba. Los resultados obtenidos con el nuevo detector han demostrado que funciona correctamente (de hecho, se están instalando receptores idénticos en las antenas de ALMA). Con esta validación, SEPIA se pone a disposición de la comunidad científica que, a partir de ahora, puede hacer propuestas de observación con este instrumento.