Las estrellas más pequeñas reservan un buen puñetazo en rayos X para los planetas que podrían formarse
15/6/2016 de Chandra / Astronomical Journal
Ilustración que muestra una joven estrella emitiendo rayos X que destruyen el disco de material formador de planetas que la rodea. En el recuadro una imagen en rayos X de un sistema binario de estrellas de la asociación TW Hya. Créditos: imagen en rayos X de NASA/CXC/RIT/J.Kastner et al; ilustración de NASA/CXC/M.Weiss.
Estrellas jóvenes mucho menos masivas que el Sol son capaces de emitir un torrente de radiación en rayos X que puede acortar significativamente la vida de los discos que rodean a estas estrellas donde se forman los planetas. Un equipo de investigadores ha descubierto pruebas de que la intensa radiación en rayos X producida por algunas estrellas jóvenes en la asociación estelar de TW Hya (TWA), que se encuentra a unos 160 años luz de la Tierra, ha destruido los discos de polvo y gas que las rodeaban. Las estrellas solo tienen 8 millones de años de edad, a comparar con los 4500 millones de años del Sol. Los astrónomos quieren aprender más acerca de estos sistemas tan jóvenes porque se encuentran en una edad crucial para el nacimiento y desarrollo temprano de planetas.
Otra diferencia clave entre el Sol y las estrellas objeto del estudio es su masa. Las estrellas TWA investigadas pesan entre una décima y la mitad de la masa del Sol y también emiten menos luz. Hasta ahora no estaba claro si la radiación en rayos X de estas estrellas poco brillantes y pequeñas podría afectar a sus discos de material de formación de planetas. Los últimos datos sugieren que la emisión de rayos X de una estrella débil puede jugar un papel crucial en el tiempo de supervivencia de su disco. Estos resultados implican que los astrónomos pueden tener que revisar sus ideas actuales sobre los procesos de formación y comienzos de los planetas alrededor de estas estrellas poco brillantes.
Los investigadores descubrieron que, en proporción a su emisión total de energía, las estrellas más masivas producen más rayos X que las menos masivas. Para descubrir lo comunes que eran los discos de formación de planetas, los astrónomos utilizaron datos del satélite Wide-Field Infrared Survey Explorer (WISE) y datos espectroscópicos tomados desde tierra. Encontraron que todas las estrellas más masivas habían perdido ya sus discos y sólo la mitad en el caso de las menos masivas. Esto sugiere que los rayos X de las estrellas más masivas están acelerando la desaparición de sus discos calentando el material y haciendo que se «evapore» hacia el espacio.