La vida secreta de la nebulosa de Orión
17/5/2016 de Max Planck Institute for Astronomy Heidelberg
El filamento con la forma del signo matemático de la integral, los dos cúmulos estelares sobre el filamento y la nube L1641 en el sur pueden verse en estas imágenes de la región de formación estelar de Orión. La imagen de la izquierda muestra un mapa de densidad compilado con datos del telescopio espacial Herschel; la derecha es una imagen en el infrarrojo tomada por el telescopio espacial WISE. La imagen del centro es una combinación de las dos. Crédito: A. M. Stutz / MPIA.
El espacio es testigo de un flujo constante de nacimientos estelares. Y cúmulos enteros de estrellas a menudo se forman al mismo tiempo, y en un periodo relativamente corto. Amelia Stutz y Andrew Gould, del Instituto Max Planck de astronomía de Heidelberg, han propuesto un mecanismo nuevo para explicar esta formación rápida. Los científicos han estudiado un filamento de gas y polvo que también incluye la bien conocida nebulosa de Orión.
La formación de estrellas es básicamente un proceso simple: coges una nube muy fría de gas hidrógeno y una pizca de polvo y dejas que el sistema evolucione. En el espacio de unos pocos millones de años, las regiones suficientemente frías colapsarán sobre sí mismas por su propia gravedad y formarán nuevas estrellas. Las nubes más grandes sobreviven más tiempo. En ellas nacen simultáneamente cúmulos estelares enteros, formando soles muy masivos. Pero, ¿cómo es posible que se formen tantas estrellas (del orden de centenares o miles) en aproximadamente 30 millones de años? En términos astronómicos, se trata de un intervalo muy corto.
Amelia Stutz y Andrew Gould han buscado una respuesta teniendo en cuenta los efectos de los campos gravitatorio y magnético. Para comprobar su teoría, realizaron una investigación detallada de una estructura con forma de filamento, que incluye la nebulosa de Orión en la sección central. Los datos demostraron que los campos magnético y gravitatorio tienen aproximadamente el mismo efecto sobre el filamento. A partir de aquí, los dos astrónomos desarrollaron un escenario en el que el filamento es una estructura flexible, que está ondulando. Los modelos habituales de formación de estrellas, por otro lado, están basados en nubes de gas que colapsan sobre su propia gravedad.
Las posiciones de los cúmulos de estrellas sugieren que el filamento originalmente se extendía mucho más hacia el norte que hoy en día. Durante millones de años, parece haberse formado un cúmulo de estrellas tras otro, empezando desde el norte. Y cada cúmulo de estrellas finalizado ha esparcido la mezcla de gas y polvo que lo rodeaba, con el paso del tiempo.