La sorprendente corriente de Ofiuco
26/1/2016 de NOVA
La línea de puntos muestra la órbita de la corriente de Ofiuco, una corriente estelar en órbita dentro de la Vía Láctea, según el modelo de los científicos. Cuatro estrellas, identificadas recientemente como posibles miembros de la corriente, podrían ayudar a explicar su misterioso pasado. Crédito: Sesar 2015.
Las galaxias enanas o los cúmulos globulares que están en órbita en la Vía Láctea pueden ser fragmentados por fuerzas de marea, dejando una estela de estrellas, también conocida como ‘corriente estelar’. Una de estas estelas, la corriente de Ofiuco, ha supuesto un serio problema desde su descubrimiento. Pero un estudio reciente ha identificado cuatro estrellas que podrían ayudar a resolver su misterio.
En base a su longitud, que parece ser de 1.6 kpc (unos 500 mil billones de kilómetros) podemos calcular el tiempo que ha pasado desde que su progenitora fue destruida, creándose la corriente: unos 250 millones de años. Pero las estrellas que hay en su interior tienen 12 mil millones de años de edad y la corriente completa una órbita dentro de la Galaxia cada 350 millones de años. Viendo estos números, podemos asumir que la progenitora de la corriente de Ofiuco recorrió muchas órbitas de la Vía Láctea durante su vida. Así que, ¿por qué no fue destruida hasta hace solo 250 millones de años?
Un equipo de científicos, dirigido por Branimir Sesar (Instituto Max Planck de Astronomía), ha propuesto una idea que podría ayudar a solucionar este problema. Si la corriente estelar de Ofiuco s encuentra en una órbita caótica, entonces los extremos de la corriente pueden abrirse y las estrellas se desparramarán y adquirirán un abanico de velocidades distintas.
La parte abierta de la corriente, sin embargo, sería difícil de detectar por su brillo débil. Así que es posible que la corriente de Ofiuco sea realmente más larga de lo que se ha medido inicialmente, implicando que fue perturbada mucho antes de lo que se piensa.
Para comprobar esta idea, Sesar y sus colaboradores buscaron estrellas que fueran del mismo tipo que las de la corriente, que se encontraran a la distancia esperada de la corriente, cerca de los extremos y que tuvieran velocidades parecidas a las de las estrellas de la corriente y no a las de las estrellas del halo de la Galaxia. De las 43 estrellas estudiadas, los investigadores encontraron 4 que satisfacían estas condiciones. Asumiendo que, efectivamente, estas estrellas también forma parte de la corriente, su longitud alcanzaría entonces los 3 kpc, implicando que fue creada hace unos 400 millones de años. Esto alivia parcialmente el problema aunque no lo resuelve por completo.