La frontera del Sistema Solar, redefinida: descubren un planeta enano de la hipotética nube de Oort
27/3/2014 de Carnegie Institution for Sicence / Nature
El Sistema Solar tiene un nuevo miembro más lejano, redefiniendo su frontera exterior. Un nuevo trabajo de Scott Sheppard y Chadwick Trujillo del Observatorio Gemini anuncia el descubrimiento de un lejano planeta enano, llamado 2012 VP113, que ha sido encontrado más allá de la frontera conocida del Sistema Solar. Éste es probablemente uno de los miles de objetos lejanos que se piensa que forman la parte cercana al Sol de la nube de Oort. Además, su trabajo indica la potencial presencia de un enorme planeta, quizás de hasta 10 veces del tamaño de la Tierra, todavía no observado, pero posiblemente influyendo en la órbita de 2012 VP113, así como otros objetos de la nube de Oort interior.
El descubrimiento ha sido publicado en la edición de hoy de la revista Nature.
El Sistema Solar conocido puede ser dividido en tres partes: los planetas rocosos como la Tierra, que están cerca del Sol; los planetas gigantes de gas, que están más lejos; y los objetos congelados del Cinturón de Kuiper, que se encuentran justo más allá de la órbita de Neptuno. Más lejos, parece que hay un borde del Sistema Solar donde sólo se sabía de la existencia de un objeto, Sedna, lo que le convertía en el miembro conocido del Sistema Solar más lejano.
«Se trata de un descubrimiento extraordinario que redefine nuestra comprensión de nuestra Sistema Solar», comenta Linda Elkins-Tanton, directora del departamento de Magnetismo Terrestre de Carnegie.
Sedna fue descubierto más allá del límite del Cinturón de Kuiper en 2003, y no se sabía si Sedna era único, como ocurrió con Plutón antes de que se descubriera el Cinturón de Kuiper. Con el descubrimiento de 2012 VP113 queda ya claro ahora que Sedna no es único, y que es probablemente el segundo miembro conocido de la hipotética nube de Oort interior, el origen probable de algunos cometas.
Tanto Sedna como 2012 VP113 se descubrieron en el punto de máximo acercamiento al Sol, pero ambos tienen órbitas que alcanzan cientos de Unidades Astronómicas (UA, la distancia del Sol a la Tierra; el borde del Cinturón de Kuiper está a 50 UA), y serían entonces muy débiles para ser descubiertos. De hecho, las similitudes entre las órbitas de Sedna, 2012 VP113 y unos pocos objetos más también cercanos al borde del Cinturón de Kuiper, sugieren que un cuerpo perturbador de masa desconocida podría estar influyendo para que estos objetos tengan configuraciones orbitales similares. Sheppard y Trujillo sugieren que una supertierra o incluso un objeto mayor, a cientos de UA podría crear el efecto observado en las órbitas de estos objetos, que están demasiado lejos para ser perturbados por cualquiera de los planetas conocidos.