¿Podrían existir los agujeros de gusano?
4/12/2013 de Universidad de Washington
El entrelazamiento cuántico, fenómeno desconcertante de la mecánica cuántica al que se refirió una vez Albert Einstein como “acción fantasmal a distancia”, podría ser todavía más fantasmagórico de lo que Einstein percibió.
Físicos de la Universidad de Washington y la Universidad de Stony Brook en Nueva York creen que el fenómeno podría estar vinculado a los agujeros de gusano. Estos agujeros son formaciones hipotéticas del espacio-tiempo que, en la ciencia ficción popular, pueden proporcionar un acceso directo y mucho más rápido que la luz desde una parte del Universo a otra.
Pero aquí está el truco: una persona no puede viajar o comunicarse, a través de estos agujeros de gusano. Así lo afirma Andreas Karch, profesor de Física de la Universidad de Washington.
¿Cuándo se produce el entrelazamiento cuántico? Este fenómeno sucede cuando un par o un grupo de partículas interactúan de forma que el comportamiento de cada partícula sea relativo al comportamiento de las otras partículas. En un par de partículas entrelazadas, se observa que si una partícula tiene un giro específico, por ejemplo, la otra partícula observada al mismo tiempo tendrá un giro opuesto.
La parte “espeluznante” es que, como confirma la investigación pasada, la relación se mantiene sin importar lo lejos que estén las partículas entre sí (al otro lado de una habitación o en otra galaxia). Si el comportamiento de una partícula cambia, el comportamiento de ambas partículas varía simultáneamente. No importa lo lejos que estén.
Los estudios indican que las características de un agujero de gusano son las mismas que si se entrelazaran dos agujeros negros y luego se separaran. Incluso, si los agujeros negros estuviesen en lados opuestos del Universo, el agujero de gusano podría conectarlos.
Si dos agujeros negros se entrelazaran, dice Karch, una persona fuera de la abertura de uno de ellos no podría ver o comunicarse con otra persona de fuera de la otra abertura. “La forma de comunicarse entre sí sería saltar dentro del agujero negro cuando la otra persona salte también a su agujero negro, y así el mundo interior sería el mismo”, señala el físico.