Estar en forma en el espacio y en la Tierra
24/2/2015 de NASA
La astronauta Sunita Williams de NASA, ingeniero de vuelo de la expedición 32, realiza una prueba de pico de VO2 usando el cicloergómetro con un sistema de aislamiento de vibraciones (CEVIS) en el laboratorio Destiny. Crédito: NASA.
Los astronautas de la Estación Espacial Internacional trabajan para mantener sus corazones sanos, y al mismo tiempo generan datos para avanzar en el campo de la salud en el espacio y en la Tierra.
Los astronautas se ejercitan regularmente mientras están en el espacio para mantener la salud de sus músculos, huesos y sistema cardiovascular con el objetivo de estar lo suficientemente en forma y fuertes para realizar tareas físicamente duras como las actividades extravehiculares. Los científicos a menudo han medido la efectividad de ese ejercicio durante vuelos espaciales cortos.
Ahora, los investigadores han estudiado el ejercicio durante vuelos espaciales más largos con ayuda de los astronautas de la estación espacial, midiendo su pico VO2 antes, durante y después de misiones que duraron entre cuatro y cinco meses.
El pico VO2 es reconocido como la mejor medida de la forma cardiovascular. Es una medida del pico en la ingesta de oxígeno. Representa la máxima cantidad de oxígeno que tu cuerpo puede usar para producir energía durante el ejercicio. El oxígeno es empleado por las células para proporcionar la energía necesaria para realizar un trabajo. Las células de una persona más aeróbicamente en forma toman y usan más oxígeno, explica Meghan Downs, del Laboratorio de Fisiología del Ejercicio de NASA.
El pico VO2 se mide con una prueba en una bicicleta, en la que los astronautas comienzan con una resistencia baja al pedaleo y gradualmente la incrementan, en un periodo corto de tiempo, hasta que ya no pueden pedalear. Las pruebas fueron realizadas tres meses antes del lanzamiento a la estación espacial; después de aproximadamente 15 días en el espacio; cada 30 días de vuelo; y 1, 10 y 30 días después de regresar a la Tierra.
Según los resultados, el pico VO2 disminuyó en promedio en un 17 por ciento el día 15 de estancia en el espacio, pero luego aumentó gradualmente durante el vuelo. La mayoría de los astronuatas nunca recuperaron durante la misión sus niveles del pico VO2 anteriores al vuelo, pero unos pocos consiguieron mantenerlos o incluso mejorar el pico VO2 durante el vuelo, con frecuentes rachas de ejercicio de alta intensidad.