Una superburbuja cósmica
21/7/2011 de ESO
El Very Large Telescope de ESO capturó esta vista impresionante de la nebulosa alrededor del cúmulo de estrellas NGC 1929 en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia satélite de nuestra Vía Láctea. Esta guardería estelar está dominada por un ejemplar colosal de lo que los astrónomos llaman una superburbuja. Su forma está siendo esculpida por los vientos de brillantes estrellas jóvenes y las ondas expansivas de las explosiones de supernovas.
La Gran Nube de Magallanes es una pequeña galaxia vecina a la Vía Láctea. Contiene muchas regiones donde las nubes de gas y polvo están formando nuevas estrellas. Una de estas regiones, alrededor del cúmulo estelar NGC 1929, domina esta nueva imagen obtenida con Very Large Telescope de ESO, situado en la Región de Antofagasta en Chile. Esta nebulosa es conocida oficialmente como LHA 120-N 44, o simplemente N 44. Estrellas jóvenes y calientes en NGC 1929 emiten intensa luz ultravioleta que hace brillar el gas. Este efecto permite que resalte la llamada superburbuja, un inmenso globo de material de unos 325 por 250 años-luz de diámetro. Comparativamente, la estrella más cercana a nuestro Sol se encuentra a poco más de cuatro años-luz de distancia.
La superburbuja N 44 se produjo por la combinación de dos procesos. En primer lugar, los vientos estelares -flujos de partículas cargadas provenientes de estrellas muy calientes y masivas en el cúmulo – limpiaron la región central. Posteriormente, las estrellas masivas del cúmulo explotaron como supernovas creando ondas expansivas que empujaron el gas hacia afuera y formaron la brillante burbuja.
Si bien la superburbuja nace de fuerzas destructivas, nuevas estrellas se están formando alrededor de los bordes, donde el gas está comprimido. Como un reciclaje a escala cósmica, esta nueva generación de estrellas traerá nuevos aires de vida a NGC 1929.