Una simulación por computadora arroja luz acerca de las gigantes rojas que faltan en la Vía Láctea
9/6/2016 de Gerogia Tech / The Astrophysical Journal
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Nuevas simulaciones por computadora del Instituto de Tecnología de Georgia proporcionan una prueba concluyente de la hipótesis que explica por qué el centro de la Vía Láctea parece estar lleno de estrellas jóvenes y, en cambio, tiene muy pocas viejas. Según esta teoría, los restos de estrellas rojas gigantes más viejas todavía se encuentran allí, simplemente no son suficientemente brillantes para ser detectadas con telescopios.
Las simulaciones de Georgia Tech investigan la posibilidad de que estas gigantes rojas se debilitaran después de haber sido despojadas de fracciones importantes de su masa hace millones de años durante colisiones repetidas con un disco de acreción en el centro galáctico. La propia existencia de estrellas jóvenes, halladas en observaciones astronómicas hoy en día, es una indicación de la presencia de un disco de acreción de este tipo en el centro galáctico puesto que se piensa que las estrellas jóvenes se formaron a partir de él hace solo unos pocos millones de años.
El equipo de astrofísicos creó un modelo de gigantes rojas parecidas a las que supuestamente faltan en el centro galáctico, estrellas que tienen más de 10 mil millones de años de edad y son decenas de veces mayores en tamaño que el Sol. Las hicieron pasar por una versión computerizada de un túnel de viento para simular las colisiones con el disco gaseoso que en el pasado ocupó la mayor parte del espacio a menos de 0.5 parsecs del centro galáctico. Fueron cambiando las velocidades orbitales y la densidad del disco hasta encontrar las condiciones necesarias para causar un daño importante a las estrellas gigantes rojas.
«Las gigantes rojas podrían haber perdido una porción significativa de su masa sólo si el disco era muy denso y masivo», comenta Tamara Bogdanovic, que colideró el estudio. «Tan denso que la gravedad habría fragmentado ya el disco por sí misma, ayudando a formar concentraciones masivas que se convirtieron en los precursores de una nueva generación de estrellas». Las simulaciones sugieren que cada estrella gigante roja entró y salió del disco hasta docenas de veces, tardando algunas veces días e incluso semanas en atravesarlo, perdiendo masa con cada paso.