Una rara fusión revela secretos de la evolución de las galaxias
23/5/2013 de ESA / Nature
Un raro encuentro entre dos galaxias ricas en gas observadas por el observatorio espacial Herschel señalan una solución a un problema excepcional: ¿cómo se formaron las galaxias masivas, pasivas, en el Universo temprano?
La mayoría de galaxias caen en una de dos grandes categorías: espirales como nuestra propia Vía Láctea, que están llenas de gas y formando estrellas activamente, o elípticas pobres en gas, pobladas por viejas estrellas frías rojas y mostrando pocas señales de formación estelar en marcha.
Durante mucho tiempo se asumió que las grandes galaxias elípticas observadas en el Universo hoy en día se formaron gradualmente a lo largo del tiempo a través de la adquisición gravitatoria de muchas galaxias enanas pequeñas. La teoría sostenía que el gas de estas galaxias gradualmente se convertiría en estrellas frías, de poca masa, así que hoy en día ya habrían agotado todo su material para formar estrellas, dejándolas «rojas y muertas».
Así que el descubrimiento en la pasada década de que galaxias elípticas muy masivas habían conseguido formarse durante los primeros 3 – 4 mil millones de años de la historia del Universo supuso un enigma.
Una posibilidad es que dos galaxias espirales podrían chocar y unirse para producir una enorme galaxia elíptica, con la colisión provocando un masivo brote de formación de estrellas que rápidamente agotaría su reserva de gas. En un nuevo estudio utilizando datos de Herschel, los astrónomos han pillado el inicio de este proceso entre dos galaxias masivas, observadas cuando el universo sólo tenía 3 mil millones de años de edad.