Una «tormenta de granizo» en el Universo primitivo
19/1/2015 de University of Cambridge
Ilustración que muestra el flujo que sale (rojo) y el gas que fluye hacia el cuásar en el centro (azul). Las regiones frías mostradas en las imágenes ampliadas son expulsadas de la galaxia en una «tormenta de granizo galáctica». Crédito: Tiago Costa.
Dos equipos de astrónomos dirigidos por investigadores de la Universidad de Cambridge han mirado atrás 13 mil millones de años, cuando el Universo tenía menos del 10 por ciento de su edad actual, para determinar cómo los cuásares – objetos extremadamente luminosos alimentados por agujeros negros supermasivos con la masa de mil millones de soles- regulan la formación de estrellas y la construcción de la mayoría de las galaxias masivas.
Empleando una combinación de datos obtenidos con potentes radiotelescopios y simulaciones en supercomputadoras, los equipos han descubierto que un cuásar escupe gas frío a velocidades de hasta 2000 kilómetros por segundo, y a distancias de casi 200 000 años-luz, mucho más lejos de lo que se había observado antes.
Cómo puede acelerarse este gas frío – el material en bruto para la formación de estrellas en galaxias – a velocidades tan altas era un misterio. La comparación detallada de las nuevas observaciones con simulaciones por computadoras han permitido ahora a los investigadores averiguar cómo puede ocurrir esto: el gas es primero calentado a temperaturas de decenas de millones de grados por la energía emitida por el agujero negro supermasivo que da energía al cuásar. Esta enorme acumulación de presión acelera el gas caliente y lo empuja hacia las afueras de la galaxia.
Las simulaciones muestran que mientras sale de su galaxia, el gas caliente tiene el tiempo justo para enfriarse a temperaturas suficientemente bajas para ser observable con radiotelescopios.