Una nueva estrategia SETI: buscando contaminantes alienígenas
24/7/2014 de Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (CfA)
En esta ilustración artística, la atmósfera de un planeta similar a la Tierra exhibe una neblina pardusca, resultado de una contaminación generalizada. Una investigación nueva muestra que el telescopio espacial James Webb podría potencialmente detectar ciertos contaminantes, específicamente CFC, en las atmósferas de planetas del tamaño de la Tierra que se encuentren en órbita alrededor de estrellas enanas blancas. Crédito: Christine Pulliam (CfA)
La humanidad se encuentra a punto de ser capaz de detectar señales de vida alienígena en otros mundos. Estudiando las atmósferas de exoplanetas, podemos buscar gases como oxígeno y metano que sólo pueden coexistir si son producidos por vida. Pero esos gases proceden de formas de vida simples como microbios. ¿Y qué hay de las civilizaciones avanzadas? ¿Dejarían señales detectables?
Podrían hacerlo, si vierten contaminación de industrias en la atmósfera. Una nueva investigación realizada por teóricos del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (CfA) muestra que podríamos detectar las señales de ciertos contaminantes bajo condiciones ideales. Esto supondría una nueva estrategia en la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI).
«Consideramos que la polución industrial es señal de vida inteligente, pero quizás las civilizaciones más avanzadas que la nuestra, con sus propios programas SETI, consideren que la contaminación es un signo de vida no inteligente puesto que no es inteligente contaminar tu propio aire», comenta el estudiante de Harvard y director del estudio Henry Lin.
«La gente a menudo se refiere a los extraterrestes como ‘hombrecillos verdes’, pero los extraterrestres detectables con este método no pueden ser calificados de ‘verdes’ dado que son medioambientalmente perjudiciales», añade el coautor del estudio Avi Loeb.
El equipo de investigadores, que también incluye a Gonzalo Gonzalez Abad, piensa que el telescopio espacial James Webb (JWST) podría ser capaz de detectar dos tipos de clorofluorcarbonos (CFC), los compuestos químicos presentes en disolventes y aerosoles que destruyen el ozono. Han calculado que el JWST podría detectar la señal de CFC si los niveles atmosféricos fueran diez veces más altos que los de la Tierra. Una civilización particularmente avanzada podría contaminar intencionadamente su atmósfera hasta niveles altos para calentar globalmente un planeta que de otro modo sería demasiado frío para mantener vida.