Una nueva cámara para buscar galaxias que ve mejor cuanto más rojo
4/2/2016 de Berkeley Lab
Las estelas de las estrellas toman forma alrededor del Observatorio Nacional de Kitt Peak en esta imagen de exposición larga. El edificio del telescopio Mayall de 4 m, a la derecha, alberga ahora Mosaic-3, una nueva cámara infrarroja construida con la participación de científicos de Berkeley Lab. Crédito: P. Marenfeld y NOAO/AURA/NSF.
Una cámara recién renovada que incorpora sensores de luz desarrollados en el laboratorio nacional Lawrence Berkeley es ahora una de las mejores cámaras del planeta para estudiar el espacio exterior en longitudes de onda rojas que son demasiado rojas para que el ojo humano las capte.
Los objetos astronómicos muy lejanos parecen mucho más rojos cuando son observados desde la Tierra debido a un efecto conocido como desplazamiento al rojo, así que esta sensibilidad a la luz roja permite a la cámara detectar objetos a muchos miles de millones de años luz de distancia.
La cámara, llamada Mosaic-3, ha empezado su misión de dos años para examinar rápidamente el cielo, acumulando imágenes de cientos de millones de galaxias y estrellas. Fue instalada en octubre en el telescopio Mayall de 4 m del observatorio nacional de Kitt Peak (Arizona, USA). Explorará el cielo del hemisferio norte en longitudes de onda del infrarrojo desde 850 nanometros a 1 micra, un rango conocido como la «banda z».
Mosaic-3 captará imágenes casi el doble de rápido que su cámara predecesora y puede ver galaxias 10 veces más débiles que las detectadas en una exploración anterior, el Sloan Digital Sky Survey. Ayudará a identificar galaxias que podrán ser observadas con más detalle por DESI, el Instrumento Espectroscópico de Energía Oscura, que está previsto que sea instalado en el telescopio Mayall en 2018. DESI producirá un mapa 3D del universo hasta una distancia de 12 mil millones de años luz y ayudará a entender la «energía oscura», una misteriosa forma de energía que está haciendo que la expansión universal se acelere.