Una nube monstruosa regresa hacia nuestra Galaxia
29/1/2016 de Hubble site / The Astrophysical Journal Letters
Este diagrama muestra la trayectoria de la nube de Smith partiendo del plano de nuestra Vía Láctea y regresando a ella como un búmeran. La nube, que salió despedida hace 70 millones de años, caerá de nuevo hacia el disco y disparará la formación de estrellas nuevas dentro de 30 millones de años. Crédito: NASA, ESA, y A. Feild (STScI).
Un equipo de astrónomos, usando datos del telescopio espacial Hubble, ha descubierto que el viejo refrán que dice que «todo lo que sube baja» se aplica incluso a una inmensa nube de gas hidrógeno que se encuentra fuera de nuestra galaxia la Vía Láctea. La nube invisible se está precipitando hacia nuestra galaxia a una velocidad de más de 1 millón de kilómetros por hora.
Aunque existen cientos de nubes de gas enormes y con velocidades altas zumbando por las afueras de nuestra galaxia, esta nube, llamada «nube de Smith», es única porque su trayectoria es bien conocida. Nuevas observaciones del Hubble sugieren que fue lanzada desde las regiones exteriores del disco galáctico hace unos 70 millones de años. La nube fue descubierta a principios de la década de 1960 por el estudiante de doctorado Gail Smith, que detectó las ondas de radio emitidas por su hidrógeno.
La nube se encuentra de regreso en curso de colisión y se predice que se zambullirá en el disco de la Vía Láctea en unos 30 millones de años. Cuando lo haga, los astrónomos creen que disparará un espectacular brote de formación de estrellas, aportando gas suficiente para quizás formar 2 millones de soles.
«La nube es un ejemplo de cómo la galaxia cambia con el paso del tiempo», explica el director del estudio Andrew Fox. «Nos está diciendo que la Vía Láctea es un lugar burbujeante, muy activo, donde el gas puede ser lanzado desde una parte del disco y luego regresar a otra». «Nuestra galaxia está reciclando su gas en nubes, un ejemplo es la nube de Smith, y formará estrellas en lugares diferentes a los anteriores. Las medidas con el Hubble de la nube de Smith nos están ayudando a ver lo activos que son los discos de las galaxias».
Durante mucho tiempo los astrónomos habían pensado que la nube de Smith podía ser una galaxia fallida o gas procedente del espacio intergaláctico. Para confirmar que la nube procede de nuestra galaxia los investigadores estudiaron, por primera vez, su composición química, descubriendo que es tan rica en azufre como el disco exterior de la Vía Láctea. Ello significa que la nube fue enriquecida por material de estrellas. Esto no habría ocurrido si se tratase de hidrógeno prístino de fuera de la galaxia o de los restos de una galaxia fallida carente de estrellas.