Una misión de NASA para estudiar la frágil atmósfera de la Luna
26/20/2009, de NASA
Ahora mismo, la Luna es una ciudad fantasma. No pasa nada. Aquí y allá, un rover abandonado de las misiones Apollo (o la polvorienta base de una sonda lunar), yacen como silencioso testimonio de la actividad humana pasada. Pero estos días, sólo impactos ocasionales de asteroides perturban el hechizo de profundo silencio que dura décadas.
Esta tranquilidad es una oportunidad importante para los científicos.
Actualmente, la tenua atmósfera de la Luna permanece relativamente poco perturbada. Pero esto ya no será así durante mucho tiempo. NASA planea enviar gente de regreso a la Luna, y la actividad humana levantará polvo, expulsará gases de los cohetes, y producirá otras emisiones gaseosas en la atmósfera lunar. Debido a que la atmósfera es tan delgada, estas perturbaciones podrían alterar en poco tiempo su composición natural.
Si los científicos quieren conocer la atmósfera lunar en un estado relativamente natural, ahora es el momento de mirar. Los investigadores están construyendo una sonda llamada «Explorador Lunar del Ambiente de la Atmósfera y el Polvo» (LADEE) que orbitará en torno a la Luna y medirá su etérea atmósfera mejor de lo que se haya hecho nunca con anterioridad.