Una explosión de radio cósmica, pillada en directo
20/1/2015 de CAASTRO
El radiotelescopio Parkes de 64 m del CSIRO, en Australia oriental, ha detectado en directo un estallido rápido en ondas de radio, procedente de una fuente cósmica desconocida. Crédito: CAASTRO.
Un equipo de astrónomos ha observado por primera vez, con el radiotelescopio de 64 m Parkes del CSIRO en Australia, una «explosión de radio rápida» – un corto destello de ondas de radio procedentes de una fuente desconocida – ocurriendo en directo.
Esto nos acerca un poco más a comprender el fenómeno, que astrónomos de todo el mundo están intentando explicar. Con una duración de sólo milisegundos, la primera de estas explosiones de radio fue descubierta en 2007 por astrónomos que examinaban datos de archivo de Parkes buscando otros objetos. Seis estallidos más, aparentemente procedentes de fuera de nuestra Galaxia, habían sido ya encontrados con Parkes, y un séptimo con el telescopio de Arecibo en Puerto Rico.
La explosión fue descubierta por la estudiante de doctorado Emily Petroff, quien puso inmediatamente en marcha un equipo internacional para realizar observaciones de seguimiento en longitudes de onda desde radio a los rayos X. Después de que el estallido fuera obsevado en Parkes el equipo se puso en acción en doce telescopios de todo el mundo – en Australia, California, las Islas Canarias, Chile, Alemania, Hawái e India – y en el espacio.
No se observó ninguna contrapartida en el óptico, infrarrojo, ultravioleta o en rayos X. «Esto en sí mismo excluye algunos candidatos posibles, como estallidos de rayos gamma de larga duración y supernovas cercanas», afirma un miembro del equipo, la Dra Mansi Kasliwalde la Carnegie Institution. Pero los estallidos cortos o de baja energía de rayos gamma y las fulguraciones gigantes de magnetares lejanos (las estrellas más magnéticas del Universo) todavía son una posibilidad, añade la doctora. Así como la implosión de estrellas de neutrones.
Una de las grandes incógnitas de las explosiones de radio rápidas es su distancia. Las características de la señal de radio – cómo resulta ‘suavizada’ en frecuencia por viajar a través del espacio – indican que la fuente del nuevo estallido estaba como mucho a 5500 millones de años-luz de distancia de la Tierra. «Esto significa que podría haber expulsado tanta energía en unos pocos milisegundos como el Sol en un día», afirma un miembro del equipo, Daniele Malesani, de la Universidad de Copenhage.
La explosión ha dejado otra pista sobre su identidad, aunque una extraña. El sistema de detección en tiempo real de Parkes captó su polarización. La polarización puede imaginarse como la dirección en la que las ondas electromagnéticas, como la luz o las ondas de radio, ‘vibran’. Puede ser linear o circular. La emisión en radio de la nueva explosión rápida estaba polarizada circularmente en más de un 20%, lo que apunta a la presencia de campos magnéticos cerca de la fuente.