Una aurora en la Tierra observada por Integral en rayos X
27/1/2016 de ESA
Observación en rayos X de una aurora en la Tierra con el satélite Integral de ESA. Crédito: IKI, MPA (E. Churazov).
El observatorio espacial Intergral de ESA, normalmente ocupado con la observación de agujeros negros de alta energía, supernovas y estrellas de neutrones, tuvo recientemente la ocasión de mirar hacia una aurora en nuestro propio planeta.
Las auroras son los famosos espectáculos de luz que se producen a latitudes polares cuando el viento solar interacciona con el campo magnético de la Tierra. Las partículas de alta energía procedentes del Sol son dirigidas por el campo magnético terrestre hacia el interior de la atmósfera, donde chocan con diferentes moléculas y átomos, creando dinámicos espectáculos de color en el cielo, típicamente verdes y rojos.
Pero lo que es menos conocido es que las auroras también emiten rayos X, generados cuando las partículas incidentes frenan. Integral detectó rayos X de alta energía emitidos por una aurora el 10 de noviembre de 2015 cuando se giró hacia la Tierra, aunque estaba en ese momento buscando algo diferente. Su misión era la de medir el fondo difuso de rayos X cósmicos que surge de forma natural de los agujeros negros supermasivos que están tragando material en el centro de algunas galaxias. Para conseguir esto, Intergal registra el brillo en rayos X con y sin la Tierra en medio bloqueando el fondo. Estos tipos de medidas ayudan a los astrónomos a estimar cuántos agujeros negros lejanos hay en el Universo.
En esta ocasión, los rayos X de la aurora de la Tierra ahogaron el fondo cósmico, pero las observaciones no fueron una pérdida de tiempo. Nos ayudan también a conocer la distribución de los electrones que llueven sobre la alta atmósfera de la Tierra y revelan las interacciones entre el viento solar y la burbuja magnética protectora de la Tierra o magnetosfera.