Una asociación estelar condenada a la catástrofe
10/2/2015 de ESO
Esta ilustración muestra la parte central de la nebulosa planetaria Henize 2-428. El núcleo de este objeto único consta de dos estrellas enanas blancas, cada una con una masa un poco menor que la del Sol. Se espera que las dos estrellas vayan acercándose lentamente cada vez más y acaben fusionándose dentro de unos 700 millones de años. Este evento creará una deslumbrante supernova de tipo Ia y destruirá a las dos estrellas. Crédito: ESO/L. Calçada.
Utilizando las instalaciones de ESO, junto con telescopios instalados en las Islas Canarias, un equipo de astrónomos ha identificado dos estrellas sorprendentemente masivas en el corazón de la nebulosa planetaria Henize 2-428. Como están en órbita una alrededor d ela otra, se espera que las dos estrellas vayan acercándose lentamente cada vez más y, cuando se fusionen, dentro de unos 700 millones de años, tendrán suficiente materia como para iniciar una enorme explosión de supernova. Los resultados aparecieron en línea en la revista Nature el 09 de febrero de 2015.
El equipo de astrónomos, liderado por M. Santander-García (Observatorio Astronómico Nacional, IGN; Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (CSIC), España), ha descubierto una pareja de estrellas enanas blancas — restos estelares muy pequeños y extremadamente densos — muy cercanas la una a la otra y con una masa total de aproximadamente 1,8 veces la masa del Sol. Esta es la pareja más masiva de este tipo encontrada hasta ahora y cuando estas dos estrellas se fusionen en el futuro crearán una explosión termonuclear descontrolada que acabará como una supernova de tipo Ia.
«Cuando observamos la estrella central de este objeto (la nebulosa planetaria Henize 2-428) con el Very Large Telescope de ESO, encontramos, no una, sino dos estrellas en el corazón de esta brillante nube extrañamente torcida», afirma el coautor Henri Boffin, de ESO.
Esto apoya la teoría de que la presencia de estrellas centrales dobles puede explicar las extrañas formas de algunas de estas nebulosas. Pero lo que descubrieron después era mucho más interesante.
«Posteriores observaciones llevadas a cabo con telescopios en las Islas Canarias nos permitieron determinar la órbita de ambas estrellas y deducir tanto sus masas como la distancia que las separa. Entonces fue cuando nos llevamos la mayor sorpresa», informa Romano Corradi, otro de los autores del estudio e investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC, Tenerife).
Descubrieron que cada una de las estrellas tiene una masa ligeramente menor que la del Sol y que se orbitan mutuamente cada cuatro horas. Están lo suficientemente cerca la una de la otra como para que, según la teoría de Einstein de la relatividad general, vayan acercándose cada vez más, siguiendo trayectorias en espiral, debido a la emisión de ondas gravitacionales, para acabar fusionándose en una sola estrella dentro de unos 700 millones de años.
La estrella resultante será tan masiva que nada podrá impedir que colapse sobre sí misma y, posteriormente, explote como una supernova. «Hasta ahora, la formación de supernovas de tipo Ia por la fusión de dos enanas blancas era puramente teórica», explica David Jones, coautor del artículo que, en el momento en que se obtuvieron los datos, trabajaba como ESO Fellow. «¡Estas estrellas en Henize 2-428 son la realidad!».