Un teléfono inteligente que se convierte en un tricorder
29/5/2013 de astrobiology.com
Investigadores y médicos de campo podrían pronto realizar pruebas in situ de toxinas ambientales, diagnósticos médicos, seguridad alimentaria y más, con sus teléfonos inteligentes. Investigadores de la Universidad de Illinois han desarrollado un armazón y una aplicación para el iPhone que utiliza la cámara del teléfono y su potencia de procesamiento como un biosensor para detectar toxinas, proteinas, bacterias, virus y otras moléculas.
Disponer de biosensores tan sensibles para el trabajo de campo permitiría registrar la contaminación del agua in situ, combinando los datos de GPS del teléfono con datos de los biosensores para crear un mapa de la distribución de patógenos, o proporcionar diagnósticos médicos inmediatos y baratos en clínicas de campo o comprobaciones de contaminación en el procesado de alimentos y la cadena de distribución.
«Estamos interesados en la biodetección que es necesario realizar fuera del laboratorio», afirma el director del equipo, Brian Cunningham. «Los teléfonos inteligentes están causando un gran impacto en nuestra sociedad – en el modo en que conseguimos nuestra información, y el modo en que nos comunicamos. Y tienen realmente gran poder de computación y registro de imágenes. Muchas enfermedades podrían ser monitorizadas de forma muy barata y no invasiva, usando plataformas móviles como teléfonos. Pueden detectar moléculas, como patógenos, biomarcadores de enfermedades o ADN, cosa que actualmente sólo se hacen en grandes laboratorios de diagnóstico con mucho gasto y grandes cantidades de sangre».
El armazón con forma de cuña contiene una serie de componentes ópticos – lentes y fibras – que se encuentran en instrumentos de laboratorio mucho más grandes y caros. El armazón sujeta la cámara del teléfono en alineación con los componentes ópticos.