Un experimento recrea la corteza de la luna Europa
25/3/2014 de SINC
El agua, las sales y los gases disueltos en el gran océano que se supone hay bajo la gélida corteza de Europa pueden ascender hacia la superficie y generar las enigmáticas formaciones geológicas teñidas de rojo que se observan en este satélite de Júpiter. Así lo confirma el experimento que investigadoras del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC) han efectuado en el laboratorio con agua, dióxido de carbono y sulfato de magnesio.
Los científicos sospechan que el interior de Europa, una de las lunas heladas de Júpiter, existe un océano de agua líquida, el elemento esencial para la vida en la Tierra. Esta teoría surgió a partir de la información facilitada por las misiones Voyager y Galileo, que también registraron fracturas y enmarañados terrenos rojizos que contrastan con el blanco glacial del resto de su superficie.
Algunas de estas estructuras geológicas parece que se asocian al ascenso de fluidos procedentes del interior, según sugieren las medidas de las sondas espaciales. Los datos también indican que, aparte de hielo de agua, hay sales –sobre todo sulfato de magnesio, MgSO4 – y compuestos volátiles como el dióxido de carbono (CO2), el dióxido de azufre (SO2) y el agua oxigenada (H2O2).
Ahora, con todas estas premisas, investigadoras del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC) han desarrollado un experimento para explicar qué procesos geoquímicos pueden estar teniendo lugar entre el océano y la superficie de la luna, es decir, en su corteza helada, donde también podría haber fluidos acuosos que ascienden por la fracturas.
“Igual que el magma de la Tierra aflora hacia la superficie, en Europa puede suceder un fenómeno parecido, aunque en este caso sería un criomagma acuoso el que asciende desde el gran océano interior hacia afuera”, señala Victoria Muñoz Iglesias, una de las autoras de este trabajo, que publica la revista Geochimica et Cosmochimica Acta.