Un estudio de microlentes sugiere que los planetas exteriores más comunes probablemente tienen masas como la de Neptuno
16/12/2016 de NASA / The Astrophysical Journal
Los planetas del tipo de Neptuno, como el mostrado en esta ilustración de artista, pueden ser los más comunes en las regiones heladas de los sistemas planetarios. Más allá de una cierta distancia a la joven estrella, el agua y otras sustancias permanecen congeladas, produciendo una abundante población de objetos helados que pueden chocar y formar los núcleos de nuevos planetas. En primer plano, un cuerpo helado sobrante de dicho periodo pasa por el planeta. Crédito: NASA/Goddard/Francis Reddy.
Un nuevo estudio estadístico de planetas, hallados con la técnica llamada de microlente gravitatoria, sugiere que los mundos con masas como la de Neptuno son probablemente el tipo más común de planeta que se forma en las heladas regiones exteriores de los sistemas planetarios. El estudio proporciona una primera indicación del tipo de planetas que esperan a ser encontrados lejos de su estrella nodriza, donde los científicos sospechan que lo planetas se forman con más eficiencia.
«En contra de algunas predicciones teóricas, deducimos a partir de las detecciones actuales que los más numerosos tienen masas similares a Neptuno y que no parece producirse el aumento en su número a masas bajas», comenta el director del estudio Daisuke Suzuki (NASA). «Concluimos que los planetas con masas como la de Neptuno que se encuentran en estas órbitas exteriores son unas 10 veces más comunes que los planetas con masa de Júpiter en órbitas como la de Júpiter».
El efecto de microlente gravitatoria se basa en la desviación de la luz por la presencia de objetos masivos predicha por la teoría general de la relatividad de Einstein. Se produce cuando una estrella situada en primer plano, la lente, se alinea aleatoriamente con una estrella lejana situada al fondo, la fuente, vista desde la Tierra. Mientras la estrella que actúa como lente se desplaza en su órbita alrededor de la galaxia, el alineamiento varía en cuestión de días o semanas, cambiando el brillo aparente de la fuente. El patrón preciso de esos cambios proporciona a los astrónomos pistas acerca de la naturaleza de la estrella lente, incluyendo los planetas que pueda albergar.
Han sido descubiertos más de 50 exoplanetas utilizando el efecto de microlente, comparados con los miles detectados con otras técnicas. Debido a que los alineamientos necesarios entre estrellas se producen rara vez y aleatoriamente, los astrónomos deben monitorizar millones de estrellas buscando los cambios en el brillo que señalan un evento de microlente. Sin embargo, esta técnica puede detectar planetas cientos de veces más lejanos que la mayoría de los demás métodos, permitiendo a los astrónomos investigar una gran porción de nuestra galaxia la Vía Láctea. La técnica permite localizar exoplanetas con masas menores y a mayores distancias de sus estrellas nodriza y son suficientemente sensibles como para encontrar planetas flotando por la galaxia solos, no ligados a estrellas.