Un enjambre de estrellas ancianas
9/12/2010 de ESO
Sabemos de alrededor de 150 de las ricas colecciones de estrellas ancianas, llamadas cúmulos globulares, que orbitan nuestra galaxia la Vía Láctea. Esta nítida nueva fotografía de Messier 107, captada por el Wide Field Imager en el telescopio de 2,2 metros en el Observatorio La Silla de ESO en Chile, despliega la estructura de uno de tales cúmulos globulares en exquisito detalle. Estudiar estos enjambres estelares ha revelado mucho sobre la historia de nuestra galaxia y de cómo evolucionan las estrellas.
El cúmulo globular Messier 107, también conocido como NGC 6171, es una compacta y vieja familia de estrellas que se ubica a unos 21.000 años-luz de distancia. Messier 107 es una animada metrópolis: miles de estrellas en cúmulos globulares como este están concentradas en un espacio que está a sólo unas veinte veces la distancia entre nuestro Sol y su vecino estelar más cercano, Alfa Centauro, al frente. Una significativa cantidad de estas estrellas ya han evolucionado a gigantes rojas, una de las últimas etapas en la vida de una estrella, y tienen un color amarillento en esta fotografía.
Los cúmulos globulares están entre los objetos más antiguos en el Universo. Y puesto que las estrellas dentro de un cúmulo globular se formaron de la misma nube de materia interestelar y más o menos al mismo tiempo – típicamente sobre 10 mil millones de años atrás – todas son estrellas de baja masa, ya que las de masa livianas queman su suministro de combustible de hidrógeno mucho más lentamente que los monstruos estelares. Los cúmulos globulares se formaron durante las etapas más tempranas en la formación de sus galaxias anfitrionas y, por lo tanto, estudiar estos objetos puede dar una comprensión significativa respecto de cómo evolucionan las galaxias y las estrellas que las componen.
Messier 107 ha sido objeto de intensivas observaciones, siendo uno de los 160 campos estelares que fue seleccionado para el Pre-FLAMES Survey – un estudio preliminar conducido entre 1999 y 2002 usando el telescopio de 2,2 metros en el Observatorio La Silla de ESO en Chile, para encontrar estrellas adecuadas para observaciones de seguimiento con el instrumento espectroscópico FLAMES en el VLT. Empleando FLAMES es posible observar hasta 130 objetivos al mismo tiempo, haciéndolo particularmente apropiado para el estudio espectroscópico de campos estelares densamente poblados, como los cúmulos globulares.