Un cosmoquímico descubre una posible solución al misterio de un meteorito
10/7/2013 de University of Chicago
El profesor Lawrence Grossman, de la Universidad de Chicago, ha estudiado cómo numerosas esférulas cristalinas pequeñas han quedado incrustadas dentro de ejemplares de la mayor clase de meteoritos – las condritas. El mineralogista británico Henry Sorby fue el primero en describir estas esférulas, llamadas cóndrulos, en 1877.
Las investigaciones de Grossman reconstruyen la secuencia de minerales que condensaron de la nebulosa solar, la nube de gas primordial que acabó formando el sol y los planetas. Ha llegado a la conclusión de que un proceso de condensación no puede explicar los cóndrulos. Su teoría favorita incluye choques entre planetesimales, cuerpos que se formaron por la gravedad al principio de la historia del sistema solar.
Los cosmoquímicos saben con certeza que muchos tipos de cóndrulos, y probablemente todos ellos, tuvieron antecesores sólidos. «La idea es que los cóndrulos se formaron por la fusión de estos sólidos preexistentes», afirma Grossman.
«Los impactos en planetesimales helados podrían haber generado penachos ricos en vapor de agua y con altas concentraciones de polvo y gotas, con una presión relativamente alta, y que se calentaron rápidamente, ambientes favorables para la formación de cóndrulos» afirma Grossman.