Un bucle magnético retorcido en la galaxia de la Jirafa IC 342
19/6/2015 de Max Planck Institue for Radio Astronomy / Astronomy & Astrophysics
Emisión polarizada a pequeña y gran escala de IC 342 a la longitud de onda de 6 cm, combinada a partir de datos del VLA (5 apuntados) y del telescopio de 100 m de Effelsberg, con una resolución de 25 segundos de arco. Créditos: Emisión polarizada: R. Beck/MPIfR; Gráficos: U. Klein/AIfA; Imagen de fondo: Kitt Peak Observatory (T.A. Rector, University of Alaska Anchorage, y H. Schweiker, WIYN y NOAO/AURA/NSF).
Los campos magnéticos existen por doquier en el Universo, pero todavía se sabe poco acerca de su importancia en la evolución de los objetos cósmicos. Las ondas de radio son una herramienta ideal para medir los campos magnéticos en las galaxias. En un largo estudio Rainer Beck, del Instituto Max Planck de Radioastronomía (MPIfR) de Bonn (Alemania), ha obtenido un enorme conjunto de datos de la galaxia cercana IC 342 procedentes de observaciones con dos de los radiotelescopios mayores del mundo, el Very Large Array (VLA) de NRAO y el radiotelescopio de 100m del MPIfR, en cuatro bandas de longitudes de onda diferentes, desde los 2.8 cm a los 21 cm. Con estos datos se ha descubierto un campo magnético ordenado, en su mayor parte alineado con los brazos espirales observados en el óptico. El descubrimiento ayuda a explicar cómo se forman los brazos espirales galácticos. El mismo estudio muestra también cómo el gas puede ser canalizado hacia el interior en dirección al centro de IC 342.
Los astrónomos que estudian con detalle, empleando varios telescopios, la cercana galaxia IC 342, situada en la constelación de Camelopardalis (la Jirafa), han descubierto un campo magnético enrollado alrededor del principal brazo espiral de la galaxia. «Este estudio ayuda a resolver algunas de las principales preguntas acerca de cómo las galaxias se forman y evolucionan», afirma Rainer Beck.
El sorprendente resultado muestra un enorme bucle helicoidal alrededor del brazo espiral principal de la galaxia. Este bucle, nunca antes observado en una galaxia, es suficientemente fuerte como para afectar al flujo del gas por el brazo espiral. «Los brazos espirales a duras penas pueden ser formados sólo por fuerzas gravitatorias», continúa Rainer Beck. «Esta nueva imagen de IC 342 indica que los campos magnéticos también juegan un importante papel en la formación de los brazos espirales».