Telescopios de NASA y ESA desvelan la forma de los furiosos vientos de un agujero negro
20/2/2015 de JPL / Science
Los agujeros negros supermasivos del centro de las galaxias expulsan radiación y vientos ultrarrápidos, tal como se muestra en esta ilustración artística. Nuevos datos del Nuclear Spectroscopic Telescope Array (NuSTAR) de NASA y del XMM-Newton de ESA muestran que estos vientos, que contienen gases de átomos altamente ionizados, soplan de un modo casi esférico, emanado en todas direcciones, como se muestra en la ilustración. Los descubrimientos excluyen la posibilidad de que los vientos soplen en forma de haces estrechos. Crédito: NASA/JPL-Caltech.
El Nuclear Spectroscopic Telescope Array (NuSTAR) de NASA y el telescopio XMM-Newton de ESA muestran que los feroces vientos procedentes de un agujero negro supermasivo soplan en todas las direcciones, un fenómeno del que se sospechaba pero que había sido difícil de probar hasta ahora.
Este descubrimiento proporciona a los astrónomos la primera oportunidad de medir la intensidad de estos vientos ultrarrápidos y probar si son suficientemente potentes para inhibir la capacidad de la galaxia que lo alberga para crear nuevas estrellas.
«Sabemos que los agujeros negro de los centros de las galaxias pueden alimentarse de materia, y este proceso puede producir vientos. Esto se piensa que regula el crecimiento de las galaxias», afirma Fiona Harrison del California Institute of Technology (Caltech) en Pasadena, California. Harrison es la investigadora principal de NuSTAR y coautora de un nuevo artículo sobre estos resultados que ha sido publicado en la revista Science. «Conociendo la velocidad, forma y tamaño de los vientos podemos ahora calcular lo potentes que son».
Los agujeros negros supermasivos bombardean con materia sus galaxias, en forma de vientos que emiten rayos X y viajan a un tercio de la velocidad de la luz. En el nuevo estudio, los astrónomos determinaron que PDS 456, un agujero negro extremadamente brillante conocido como cuásar, a más de 2 mil millones de años-luz de distancia de nosotros, mantiene vientos que pueden transportar más energía por segundo de la que es emitida por más de un billón de soles.
«Ahora sabemos que los vientos de los cuasares contribuyen significativamente a la pérdida de materia en una galaxia, eliminando sus reservas de gas, que son el combustible para la formación de estrellas», comenta el autor principal, Emanuele Nardini de Keele University en Inglaterra.