Resultados de Rosetta avivan la discusión sobre el origen de los océanos de la Tierra
11/12/2014 de ESA / Science
Los diferentes valores de la proporción deuterio a hidrógeno (D/H) en agua observada en varios cuerpos del Sistema Solar. Los puntos están agrupados por color, con planetas y lunas en azul, meteoritos condríticos del Cinturón de Asteroides en gris, cometas de la nube de Oort en púrpura y cometas de la familia de Júpiter en rosa. El cometa de la familia de Júpiter visitado por Rosetta está en amarillo. Crédito: Altwegg et al. 2014
La nave espacial Rosetta ha descubierto que el vapor de agua de su cometa es significativamente diferente del de la Tierra. El descubrimiento aviva el debate acerca del origen de los océanos de nuestro planeta.
Las medidas fueron realizadas durante el mes siguiente a la llegada de la nave espacial al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, el pasado 6 de agosto. Era uno de los resultados iniciales más esperados de la misión, porque el origen del agua de la Tierra es todavía una cuestión abierta.
Una de las hipótesis preferidas mantiene que la Tierra estaba demasiado caliente cuando se formó hace 4600 millones de años, y cualquier cantidad de agua presente inicialmente se habría evaporado. Pero hoy en día dos tercios de la superficie están cubiertas por agua, ¿así que de dónde vino? Según este escenario, habría sido transportada después de que nuestro planeta se enfriase, con mucha probabilidad, por colisiones con cometas y asteroides. La contribución relativa de cada clase de objeto a la reserva de agua de nuestro planeta, sin embargo, todavía es discutida.
La clave para determinar dónde se originó el agua está en su ‘sabor’, en este caso, la proporción de deuterio – una forma de hidrógeno con un neutrón adicional – respecto al hidrógeno normal (D/H). La proporción D/H medida por Rosetta es la mayor encontrada en cualquier cometa de la familia de cometas de Júpiter (a la que pertenece) e incluso a las medidas en cometas de la nube de Oort. Y también mayor que la medida en el agua de la Tierra.
«Este sorprendente resultado podría indicar un origen diferente para los cometas de la familia de Júpiter. Quizás se formaron a un intervalo de distancias en el joven Sistema Solar mayor de lo que se pensaba», afirma Kathrin Altwegg, directora del estudio. «Nuestro descubrimiento también descarta que los cometas de la familia de Júpiter contengan sólo agua como la de los océanos de la Tierra, y añade peso a los modelos que ponen más énfasis en los asteroides como principales contribuyentes a los océanos de la Tierra».