Pruebas de la presencia de un noveno planeta en el Sistema Solar
21/1/2016 de Caltech / Astronomical Journal
Ilustración de artista que muestra al Planeta Nueve con el Sol al fondo. Se cree que el planeta es gaseoso, similar a Urano y Neptuno. Unos rayos hipotéticos iluminan la cara nocturna. Crédito: Caltech/R. Hurt (IPAC).
Investigadores de Caltech han encontrado pruebas de la existencia de un planeta gigante que sigue una extraña órbita alargada en el Sistema Solar exterior. El objeto, al que los investigadores han apodado Planeta Nueve, tiene una masa de unas 10 veces la de la Tierra y está en órbita 20 veces más lejos del Sol, en promedio, que Neptuno (que gira alrededor del Sol a una distancia media de 4500 millones kilómetros). De hecho, este planeta nuevo tardaría entre 10 000 y 20 000 años en completar una sola órbita alrededor del Sol.
Los investigadores Konstantin Batygin y Mike Brown, descubrieron la existencia del planeta a través de modelos matemáticos y simulaciones por computadora pero no han observado el objeto directamente aún.
«Sería un noveno planeta real» afirma Brown. «Sólo ha habido dos planetas verdaderos descubiertos desde la antigüedad, y éste sería el tercero. Es un fragmento sustancial de nuestro Sistema Solar que está ahí fuera esperando todavía a ser encontrado, lo que es muy emocionante».
Brown señala que este posible noveno planeta, con 5000 veces la masa de Plutón, es suficientemente grande para que no debiera existir debate alguno acerca de si se trata de un verdadero planeta. A diferencia de la clase de cuerpos más pequeños conocidos como planetas enanos, el Planeta Nueve domina gravitacionalmente su alrededores del Sistema Solar. De hecho, domina una región mayor que ningún otro de los planetas conocidos; Brown afirma que eso le convierte en el más ‘planeta’ de los planetas de todo el Sistema Solar.
En 2014, un postdoc anterior de Brown, Chad Trujillo, y su colaborador Scott Sheppard, publicaron un artículo señalando que 13 de los objetos más lejanos del Cinturón de Kuiper se parecían en una característica orbital concreta. Para explicarlo, sugerían la presencia de un planeta pequeño. Posteriormente Batygin y Brown se dieron cuenta de que los seis objetos más lejanos del grupo siguen órbitas elípticas que apuntan a la misma dirección del espacio físico.
«Es casi como tener seis manecillas en un reloj moviéndose a ritmos diferentes, y cuando miras da la casualidad de que están todas exactamente en el mismo lugar», afirma Brown. La probabilidad de que esto ocurra es de 1 entre 100, comenta. Pero además las órbitas de los seis objetos se encuentran inclinadas del mismo modo, apuntando 30 grados hacia abajo en la misma dirección relativa al plano de los ocho planetas conocidos. La probabilidad de que eso ocurra es de un 0.007 por ciento. «Básicamente es algo que no debería de ocurrir por casualidad», afirma Brown. «Así que pensamos que algo más debe de estar afectando a estas órbitas».