Nuevas observaciones de las sondas Van Allen de NASA proporcionan una solución al misterio de los cinturones de radiación
5/12/2013 de NASA / Nature Communications
En 1958 los científicos descubrieron dos gigantescos cinturones de radiación alrededor de la Tierra que han proporcionado desde entonces sugestivos misterios a los investigadores. Un misterio sin resolver: ¿qué es lo que acelera partículas en los cinturones hasta casi la velocidad de la luz? La mejor respuesta es algún tipo de onda electromagnética que circula por los cinturones empujando las partículas a su paso, en modo similar a como la ola del océano lleva montado al surfista.
Las sondas gemelas Van Allen de NASA fueron lanzadas en agosto de 2012 para ayudar a distinguir entre las muchas ondas que podrían estar realizando el trabajo. Ahora, observaciones de la misión muestran con resolución sin precedentes que hay más ondas de baja frecuencia de las que generalmente se pensaba, y que podrían ser la causa de que las partículas se aceleren tan rápido.
«Estas observaciones muestran algunos de los más bellos ejemplos de ondas de baja frecuencia que hayamos visto», afirma David Sibeck, científico de la misión de las sondas Van Allen del Goddard Space Flight Center de NASA. «Es importante incluir todos estos tipos diferentes de ondas en nuestros modelos para comprender mejor qué es lo que produce los complejos cinturones de radiación».
Los cinturones de radiación son realmente complejos, cambiando en forma y tamaño en respuesta a las partículas y la energía que proceden del Sol. En casos extremos, los satélites pueden quedar engullidos por los cinturones, pudiendo cargar eléctricamente las naves espaciales, e incluso produciendo cortocircuitos en la electrónica interna. Comprender mejor los procesos que se producen en el interior de los cinturones puede en última instancia ayudar a proteger naves espaciales en órbita.