NASA descubre que la fricción debida a mareas podría ayudar a que tierras lejanas sobrevivieran y prosperaran
15/7/2014 de NASA
Planetas con órbitas excéntricas experimentan potentes fuerzas de marea. Un planeta cubierto por una gruesa capa de hielo (izquierda) es suficientemente elástico para deformarse mucho, generando gran cantidad de fricción interna y calor. Algunos planetas terrestres (derecha) también se deformarán, especialmente si tienen capas internas parcialmente fundidas. Crédito: NASA’s Goddard Space Flight Center
Como sabe cualquiera que ha encendido un fuego frotando palos, la fricción genera calor. Ahora, modelos por computadora realizados por científicos de NASA muestran que la fricción podría ser clave para la supervivencia de algunos planetas lejanos del tamaño de la Tierra que viajan siguiendo órbitas peligrosas.
El descubrimiento viene apoyado por las observaciones que indican que los planetas de tipo Tierra parecen ser muy comunes en otros sistemas de estrellas. Aunque el calor puede ser una fuerza destructiva para algunos planetas, la cantidad correcta de fricción, y por tanto de calor, puede ser útil y quizás crear condiciones para la habitabilidad.
«Hemos encontrado unas buenas noticias inesperadas para planetas en órbitas vulnerables», afirma Wade Henning, director del nuevo estudio. «Resulta que estos planetas a menudo experimentarán sólo la fricción precisa para ponerlos fuera de peligro en órbitas más circulares más rápidamente de lo predicho anteriormente».
Las simulaciones de sistemas planetarios jóvenes indican que los planetas gigantes pueden a menudo perturbar las órbitas de los mundos interiores más pequeños. Incluso si estas interacciones no son inmediatamente catastróficas, pueden colocar a un planeta en una traicionera órbita elíptica. Una trayectoria muy elíptica incrementa las posibilidades de que se crucen con otro cuerpo, sean absorbidos por la estrella nodriza, o resulten expulsados del sistema.
Otro peligro potencial es la cantidad de tensión por fuerzas de marea que sufre el planeta cuando se acerca mucho a su estrella y luego se aleja. Cerca de la estrella, la fuerza gravitatoria es suficientemente potente para deformar el planeta, mientras que a distancias más lejanas de la órbita, el planeta puede recuperar fácilmente su forma. Esta acción de deformación produce fricción, que genera calor. En casos extremos, el calor puede ser suficiente para licuar el planeta. Según el nuevo estudio, la transición a una órbita circular será rápida porque una capa casi fundida se deformará con más facilidad, generando mucho calor por fricción. Cuando el planeta expulsa ese calor, pierde energía a un ritmo rápido y alcanza con presteza una órbita circular.