Los jupíteres templados, no tan solitarios como se pensaba
15/7/2016 de University of Toronto / The Astrophysical Journal
Una ilustración de artista de un planeta gigante de gas del tipo júpiter templado, en órbita alrededor de su estrella progenitora, junto con planetas compañeros menores. Crédito: Detlev Van Ravenswaay/Science Photo Library.
Tras analizar cuatro años de observaciones con el telescopio espacial Kepler, astrónomos de la Universidad de Toronto han demostrado que muchos exoplanetas de la clase de los jupíteres templados poseen compañeros planetarios inesperados. El análisis de los científicos demuestra la existencia de dos tipos distintos de jupíteres templados, cada uno con su propia historia dinámica y de formación.
Los dos tipos incluyen aquellos que poseen compañeros, y que por tano probablemente se formaron donde los encontramos hoy en día, y los que no tiene compañeros y posiblemente migraron a sus posiciones actuales. Según la autora principal del estudio, Chelsea Huang, «nuestros descubrimientos sugieren que una alta fracción de jupíteres templados no puede haber migrado a sus posiciones actuales dinámicamente y que sería una buena idea considerar más seriamente que se formaron donde los encontramos».
Los jupíteres templados son grandes exoplanetas gigantes de gas, planetas que están en órbita alrededor de otras estrellas distintas del Sol. Son comparables en tamaño a los gigantes de gas de nuestro Sistema Solar. Pero a diferencia de la familia de planetas del Sol, los jupíteres templados se encuentran a la misma distancia, aproximadamente, que Mercurio, Venus y la Tierra del Sol. Tardan entre 10 y 200 días en completar una sola órbita. Debido a la proximidad a sus estrellas progenitoras son más calientes que los fríos gigantes de gas de nuestro sistema, aunque no tan calientes como los llamados jupíteres calientes, que típicamente están más cerca de sus estrellas progenitoras que Mercurio del Sol.
En general se pensaba que los jupíteres templados no se han formado donde los encontramos hoy en día, ya que están demasiado cerca de sus estrellas progenitoras para haber acumulado las grandes atmósferas de los gigantes de gas. En cambio, probablemente se hayan formado en las regiones lejanas de los sistemas planetarios, migrando hacia el interior a sus posiciones actuales, e incluso siguiendo su viaje para acabar convirtiéndose en jupíteres calientes. Durante esta migración, la gravedad de un júpiter templado habría perturbado a los planetas vecinos, expulsándolos del sistema.
Pero, en lugar de encontrar jupíteres templados «solitarios», sin compañeros, los astrónomos descubrieron que 11 de los 27 estudiados poseían compañeros con tamaños entre el de la Tierra y el de Neptuno. «Y cuando tenemos en cuenta que todavía falta mucho análisis por hacer», comenta Huang, «el número de jupíteres templados con vecinos más pequeños puede ser incluso mayor. Podríamos descubrir que más de la mitad tienen compañeros».