Los huecos en los discos no siempre son indicación de planetas
3/11/2015 de Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (CfA) /Astrophysical Journal Letters
Esta ilustración de artista muestra un sistema solar que es una versión mucho más joven del nuestro. Los discos de polvo, como el mostrado aquí rodeando la estrella, son los lugares de formación de los planetas. Una nueva investigación demuestra que los huecos que se ven pueden ser una especie de ilusión cósmica y no la señal de que haya un planeta escondido en ellos. Crédito: NASA/JPL-Caltech/T. Pyle (SSC).
Cuando los astrónomos estudian discos protoplanetarios de gas y polvo que rodean las estrellas jóvenes a veces observan un hueco oscuro como la división de Cassini en los anillos de Saturno. Se ha sugerido que todos los huecos deben de ser producidos por un planeta que se formó en el disco y acumuló material de su alrededor. Sin embargo, las nuevas investigaciones muestran que un hueco podría ser también una especie de ilusión cósmica y no la señal de un planeta escondido.
«Si no vemos la luz dispersada del disco, ello no significa necesariamente que no haya nada allí», afirma el autor principal del estudio, Til Birnstiel, del Instituto Max Planck de Astronomía.
Los investigadores estudiaron discos que brillan en longitudes de onda del visible o del infrarrojo cercano por la luz que dispersan o reflejan. Esta luz reflejada es la de las estrellas que rebota en partículas diminutas del tamaño de las del humo de un cigarrillo. Esas partículas bañan el disco protoplanetario, pero sufren cambios con el paso del tiempo.
Las partículas pequeñas pueden juntarse y formar objetos cada vez mayores, convirtiéndose finalmente en planetas. Sin embargo, cuando las partículas colisionan a veces se rompen en lugar de quedar pegadas. Las partículas pueden también acercarse o alejarse de la estrella en un proceso llamado migración. El equipo creó modelos de estos procesos usando el cluster de supercomputadoras Hydra del Smithsonian.
«El crecimiento, la migración y la destrucción pueden tener efectos tangibles, observables», explica el coautor Sean Andrews del CfA. «Concretamente, estos procesos pueden crear un hueco aparente en el disco cuando las pequeñas partículas que dispersan la luz son eliminadas, aún cuando todavía queden partículas mayores».