Los astrónomos cartografían los desperdicios helados del espacio
25/6/2014 de Royal Astronomical Society
En el espacio, el hielo se forma por acumulación en una capa similar a la escarcha sobre granos de polvo a una temperatura de -263 grados Celsius. La capa que resulta es parecida a la escarcha que se forma sobre el parabrisas del coche en una mañana fría en la Tierra. En esta imagen, la capa de polvo está representada por las moléculas de color azul. La moléculas de agua tienen dos átomos de hidrógeno (en blanco) y un átomo de oxígeno (mostrados en rojo). Aquí el hielo se forma sin estructura (lo que se llama hielo amorfo), a diferencia de los cubitos de hielo que encontramos en las bebidas. Esto hace que aparezcan poros en el hielo – el gran ‘agujero’ en el centro de la imagen de esta simulación. El ‘agujero’ tiene un tamaño de nanómetros, un millón de veces más pequeño que el diámetro de un cabello humano. Los gases son atrapados en estos poros, lo que puede tener un efecto profundo en las temperaturas y densidades en regiones de formación de estrellas. Crédito: Helen Fraser / Open University
Empleando el observatorio en órbita AKARI, astrónomos de Open University han creado los primeros mapas a gran escala de material helado en el que se están formando estrellas. Contrariamente al saber convencional, han encontrado hielo en regiones con poco polvo y gas.
En las regiones objeto del estudio, las temperaturas son muy frías (-263 grados Celsius o 10 grados sobre el cero absoluto), y las presiones son bajas, con sólo entre unos pocos cientos a unos pocos miles de moléculas por centímetro cúbico de espacio. Bajo estas condiciones, los átomos y moléculas de gas chocan con el polvo que se encuentra allí y forman capas de «escarcha» sobre las superficie del polvo. Estos granos de polvo helado, del tamaño de nanómetros, son las fábricas químicas de formación estelar, donde se producen procesos químicos cada vez más complejos. Esto, a su vez, siembra las moléculas orgánicas prebióticas que los astrónomos buscan en las ‘zonas habitables’ (donde las temperaturas son las correctas para que exista agua líquida) alrededor de estrellas recién formadas que pueden estar complicadamente relacionadas con los orígenes de la vida.
Los nuevos mapas de AKARI son los primeros de su clase y, contrariamente al modelo más aceptado, sugieren que existe hielo en regiones sin mucho gas ni polvo. Si el hielo puede formarse incluso en estas zonas, podría rápidamente absorber los gases de alrededor, cambiando las condiciones locales, como por ejemplo la cantidad de material disponible para formar nuevas estrellas y planetas. La Dra Helen Fraser, quien dirigió el trabajo, afirma que este sorprendente descubrimiento podría cambiar nuestro modelo de formación de estrellas y planetas.