Lo que baja tiene que volver a subir, en este caso, el nivel del mar
26/11/2012 de JPL
Durante la mayor parte de las dos últimas décadas, los satélites Topex/Poseidon, Jason-1 y Jason-2 de NASA y de ESA, han vigilado el aumento gradual de los océanos del mundo en respuesta al calentamiento global. En agosto de 2011, científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de NASA y de la Universidad de Colorado anunciaron que el aumento del nivel del mar había sufrido un bache.
Los investigadores encontraron que entre principios de 2010 y el verano de 2011, el nivel del mar se precipitó bruscamente, en medio centímetro. Los datos de la nave espacial Gravity Recovery and Climate Experiment (GRACE) del Centro Aeroespacial de NASA/Alemania, mostraron que la caída había sido causada por el fenómeno de La Niña que fue muy fuerte a finales de 2010. Este fenómeno climático periódico del Océano Pacífico cambió los patrones de lluvias de todo el planeta, desplazando enormes cantidades del agua de la Tierra desde el océano a los continentes, principalmente a Australia, el norte de Sudamérica y el sureste de Asia.
Ahora, un artículo publicado recientemente en la revista Geophysical Research Letters documenta los efectos de La Niña de 2010-2011 en el nivel del mar global y pone al día las medidas. El resultado: tal como se anunció, a mediados de 2012 el nivel global del mar no sólo había recuperado los 5 mm que había bajado en 2010-2011 sino que había retomado su crecimiento anual medio a largo plazo de 3.2 mm por año.
«El agua que el océano ‘perdió’ fue compensada con bastante rapidez», afirma la directora del estudio, Carmen Boening del JPL.